Las Jornadas WABÉTULA de Úbeda (Jaén), a las que tuvimos el
placer de asistir, se desarrollaron el último fin de semana de febrero
de 2012 a espaldas de la sacracapilla de El Salvador, junto a los
famosos cerros de Úbeda. Es difícil evitar el término “marco
incomparable”, pero éste mejor que ningún otro describe el lugar donde
aconteció el Torneo, junto con las Jornadas.
La expedición valenciana acudía invitada por la Organización; gracias a la hospitalidad de José María “Blackbird”, de la Asociación Bétula Lúdica que ejerció de perfecto anfitrión. El recorrido de ida fue tranquilo, bien acompañado de una selección musical a base de Café Quijano, “Papito” Bosé y The Corrs, disfrutando de anécdotas como la “parada y fonda” en Albacete, donde Sara y Jose fueron atracados a mano armada por un paquete de magdalenas, que le supusieron un merme de 6€ en su presupuesto (y, a pesar de ese precio, no les provocaron placer físico ninguno)
Llegamos a Úbeda recién empezado el Espanyol – Levante, y nos dirigimos al lugar del evento. Muy bien recibidos y mejor tratados, descubrimos el auténtico “tapeo” (nada que ver con el de aquí), y entre cervecitas, refrescos y gloriosos “picoteos” nos dimos por cenados. Nos tomamos “la penúltima”, mientras celebrábamos el gol in-extremis de Rubén Suárez, y nos echamos unas risas a costa de los friki-talibanes del Fantasy y los foros, los odios eternos al vil Vilaseca, la política general y todo aquello que nos gusta y divierte. Decanso reparados y preparados para el nuevo día.
El Torneo se presentaba emocionante. Jose estrenaba compañero (Ugo, de Úbeda, un joya de chaval procedente del Fantasy que, a pesar de majenar la mecánica del juego, no tenía ninguno de los “defectos de fábrica” de los que provienen del reglamento de Fantasía). Josep y Cintia, por su parte, trataban de complementarse lo mejor que podían, después del triste “estreno” en casa del secretario para probar sus listas. Sara hizo lo más lógico (dejar a los frikis con sus monigotes), y se marchó a visitar Úbeda, y a ella debemos las fotos pintorescas de la población.
La primera partida (Batalla Campal), enfrentó a Ugo (bárbaros) y Jose (rodillo romano Imperial), con Luismi y Juan Miguel (macedonios ambos), con un ejército gemelo muy interesante. la partida estuvo condicionada desde el principio por una valiente pero suicida carga de las cuñas de caballería macedónica por el frente de los unidades de infantería (prácticamente sacrificándolas desde el comienzo), y por algunos errores propios de estar acostumbrados a otros reglamentos (como considerar que el general llevaba el mismo equipo que el resto de la tropa, cuando aquí hay que comprárselo…) Una partida que se “tensó” en exceso y seguramente sin necesidad, y que esperamos que “con más partidas” esas “manías” más propias de otros juegos se vayan puliendo (las pulgadas son iguales las mida quien las mida…)
Por su parte, Josep y Cintia (griegos y bárbaros) conseguían también una amplia victoria contra Pollico y Vladimir (bárbaros y romanos), que competían por ver quién se llevaría la cuchara (espada) de palo (a nivel individual, Vladimir lograría tal hazaña). El tiempo se nos echaba encima y la Organización nos envió a comer y descansar un rato (los estragos de la noche ubetense comenzaban a hacer mella…)
Segunda partida, un “Asaltar el campamento” que consistía en alcanzar la zona de despliegue rival conquistando la propia. Muchos comenzamos a jugar, convencidos de que el simple movimiento de empuje nos llevaría a terreno rival con facilidad… pero nada más lejos de la realidad. Cuando quisimos darnos cuenta, nuestras tropas se plantaban en el quinto turno, en tierra de nadie o tratando de reagruparse, incapaces de alcanzar terreno rival o proteger el propio, hasta el punto de que salvo la pareja compuesta por Luismi y Juan Miguel, nadie fue capaz de conseguir una victoria absoluta.
Jose y Ugo se enfrentaron a Manuel y Jose, de Jaén, que llevaban cartagineses y macedonios. Una batalla con aroma de empate que se decantó por “nuestro” bando gracias a una partida de guerra bárbara que hizo huir a los companion de Alejandro, y un mortífero virotazo de balista, que abatió a un elefante justo en la zona de despliegue propia. Los romanos seguían “sin enterarse demasiado” de la película, y los bárbaros llevaron buena parte del peso de la victoria.
Josep y Cintia, por no variar, también conseguían una apuradísima victoria contra la pareja de la Organización, haciendo valer su superioridad numérica, su partida de guerra y su falange. Llegábamos a media tarde con tres valencianos en cabeza, lo que era ya de por sí todo un éxito.
La desgracia estuvo en que, en la última partida, la que debía mezclar casi aleatoriamente las parejas, enfrentaría a Jose y Cintia en un duelo de proporciones épicas. Junto a la fémina, un bien clasificado Manuel; al lado del rodillo romano, un sorprendido Pollico, con un ejército similar al de Cintia (tres bloques de infantería, dos unidades de jabalineros y una caballería pesada). Josep se encontraba con Nacho, tratando de sacar el mejor resultado posible. Sólo uno de nuestros tres amigos lograrían su objetivo.
Cintia empezó pronto a sufrir la “maldición del vil Vilaseca” y fallaron prácticamente todos los chequeos de liderazgo, incluyendo una estampida que destrozó el flanco derecho de la alianza cartaginesa, y una mala carga de los mastines que se topó de frente con los regulares romanos. Sin apenas hacer nada, Pollico y Jose se encontraron los dos flancos “regalados”, y tan solo tres unidades “frescas” (fanáticos, y dos de africanos), vendidas por completo en el centro.
Una carga de la unidad principal de Pollico, con portaestandarte y chamán, y un flanqueo de los romanos de Jose contra la unidad del General cartaginés (que, para colmo de males, se quedaba fuera del combate), fue suficiente para que, en el cuarto turno, la partida se hubiese acabado. Igual suerte que Cintia corrió su “chico”, Josep, que cedió una amplísima victoria con Tiziano de compañero, donde las falanges aguantaron lo que pudieron y los oráculos macedonios se gastaron muy rápido… para seguir fallando los chequeos que trataban de repetir. Dos derrotas (y una victoria), condicionadas por la suerte, que dejaban una clasificación tal que así:
Pos. Jugador Puntos partidas Puntos victoria TOTAL PUNTOS
1 Condedraki 20 13 20 4885 53
2 Nachuata 13 7 20 1471 40
3 Luismi 0 20 20 365 40
4 Blackbird 13 7 *18 1213 38
5 Ugo 20 13 4 1600 37
6 Vilkrax 13 7 16 956 36
7 Jmmorillas 0 20 16 -150 36
8 Josep 20 13 0 380 33
9 Cintia 20 0 13 -420 33
10 Bruno 0 0 20 -130 20
11 Tiziano 7 7 0 -2371 14
12 Punico 7 7 0 -3171 14
13 Vladimir 0 0 4 -3415 4
Una nueva victoria para el vil Vilaseca, que consigue la “cuádruple corona” (Almería, Jaén, Valencia y Zaragoza), y que comparte el campeonato por parejas con Ugo, todo una revelación. Tras ellos, la pareja (trío) de la Organización. Nuestros Josep y Cintia, se alzaron con un meritorio cuarto puesto, y se colocaron octavo y novena, respectivamente, en la clasificación individual.
¡Y no todo fue Ancients! El local acogió una magnífica exposición de
miniaturas, tanto históricas como futuristas, y una recreación con
centenares de clicks de Playmobil. También partidas de demostración de
juegos de mesa, donde nuestra Sara se animó a explicar a los presentes
las bondades de su querido Aventureros al Tren
Lo dicho, unas jornadas magníficas, un lugar para visitar con más tiempo, y unos nuevos amigos a los que, esperemos, volver a ver pronto… ¡Os queremos a todos en Valencia para diciembre!
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La expedición valenciana acudía invitada por la Organización; gracias a la hospitalidad de José María “Blackbird”, de la Asociación Bétula Lúdica que ejerció de perfecto anfitrión. El recorrido de ida fue tranquilo, bien acompañado de una selección musical a base de Café Quijano, “Papito” Bosé y The Corrs, disfrutando de anécdotas como la “parada y fonda” en Albacete, donde Sara y Jose fueron atracados a mano armada por un paquete de magdalenas, que le supusieron un merme de 6€ en su presupuesto (y, a pesar de ese precio, no les provocaron placer físico ninguno)
Llegamos a Úbeda recién empezado el Espanyol – Levante, y nos dirigimos al lugar del evento. Muy bien recibidos y mejor tratados, descubrimos el auténtico “tapeo” (nada que ver con el de aquí), y entre cervecitas, refrescos y gloriosos “picoteos” nos dimos por cenados. Nos tomamos “la penúltima”, mientras celebrábamos el gol in-extremis de Rubén Suárez, y nos echamos unas risas a costa de los friki-talibanes del Fantasy y los foros, los odios eternos al vil Vilaseca, la política general y todo aquello que nos gusta y divierte. Decanso reparados y preparados para el nuevo día.
El Torneo se presentaba emocionante. Jose estrenaba compañero (Ugo, de Úbeda, un joya de chaval procedente del Fantasy que, a pesar de majenar la mecánica del juego, no tenía ninguno de los “defectos de fábrica” de los que provienen del reglamento de Fantasía). Josep y Cintia, por su parte, trataban de complementarse lo mejor que podían, después del triste “estreno” en casa del secretario para probar sus listas. Sara hizo lo más lógico (dejar a los frikis con sus monigotes), y se marchó a visitar Úbeda, y a ella debemos las fotos pintorescas de la población.
La primera partida (Batalla Campal), enfrentó a Ugo (bárbaros) y Jose (rodillo romano Imperial), con Luismi y Juan Miguel (macedonios ambos), con un ejército gemelo muy interesante. la partida estuvo condicionada desde el principio por una valiente pero suicida carga de las cuñas de caballería macedónica por el frente de los unidades de infantería (prácticamente sacrificándolas desde el comienzo), y por algunos errores propios de estar acostumbrados a otros reglamentos (como considerar que el general llevaba el mismo equipo que el resto de la tropa, cuando aquí hay que comprárselo…) Una partida que se “tensó” en exceso y seguramente sin necesidad, y que esperamos que “con más partidas” esas “manías” más propias de otros juegos se vayan puliendo (las pulgadas son iguales las mida quien las mida…)
Por su parte, Josep y Cintia (griegos y bárbaros) conseguían también una amplia victoria contra Pollico y Vladimir (bárbaros y romanos), que competían por ver quién se llevaría la cuchara (espada) de palo (a nivel individual, Vladimir lograría tal hazaña). El tiempo se nos echaba encima y la Organización nos envió a comer y descansar un rato (los estragos de la noche ubetense comenzaban a hacer mella…)
Segunda partida, un “Asaltar el campamento” que consistía en alcanzar la zona de despliegue rival conquistando la propia. Muchos comenzamos a jugar, convencidos de que el simple movimiento de empuje nos llevaría a terreno rival con facilidad… pero nada más lejos de la realidad. Cuando quisimos darnos cuenta, nuestras tropas se plantaban en el quinto turno, en tierra de nadie o tratando de reagruparse, incapaces de alcanzar terreno rival o proteger el propio, hasta el punto de que salvo la pareja compuesta por Luismi y Juan Miguel, nadie fue capaz de conseguir una victoria absoluta.
Jose y Ugo se enfrentaron a Manuel y Jose, de Jaén, que llevaban cartagineses y macedonios. Una batalla con aroma de empate que se decantó por “nuestro” bando gracias a una partida de guerra bárbara que hizo huir a los companion de Alejandro, y un mortífero virotazo de balista, que abatió a un elefante justo en la zona de despliegue propia. Los romanos seguían “sin enterarse demasiado” de la película, y los bárbaros llevaron buena parte del peso de la victoria.
Josep y Cintia, por no variar, también conseguían una apuradísima victoria contra la pareja de la Organización, haciendo valer su superioridad numérica, su partida de guerra y su falange. Llegábamos a media tarde con tres valencianos en cabeza, lo que era ya de por sí todo un éxito.
La desgracia estuvo en que, en la última partida, la que debía mezclar casi aleatoriamente las parejas, enfrentaría a Jose y Cintia en un duelo de proporciones épicas. Junto a la fémina, un bien clasificado Manuel; al lado del rodillo romano, un sorprendido Pollico, con un ejército similar al de Cintia (tres bloques de infantería, dos unidades de jabalineros y una caballería pesada). Josep se encontraba con Nacho, tratando de sacar el mejor resultado posible. Sólo uno de nuestros tres amigos lograrían su objetivo.
Cintia empezó pronto a sufrir la “maldición del vil Vilaseca” y fallaron prácticamente todos los chequeos de liderazgo, incluyendo una estampida que destrozó el flanco derecho de la alianza cartaginesa, y una mala carga de los mastines que se topó de frente con los regulares romanos. Sin apenas hacer nada, Pollico y Jose se encontraron los dos flancos “regalados”, y tan solo tres unidades “frescas” (fanáticos, y dos de africanos), vendidas por completo en el centro.
Una carga de la unidad principal de Pollico, con portaestandarte y chamán, y un flanqueo de los romanos de Jose contra la unidad del General cartaginés (que, para colmo de males, se quedaba fuera del combate), fue suficiente para que, en el cuarto turno, la partida se hubiese acabado. Igual suerte que Cintia corrió su “chico”, Josep, que cedió una amplísima victoria con Tiziano de compañero, donde las falanges aguantaron lo que pudieron y los oráculos macedonios se gastaron muy rápido… para seguir fallando los chequeos que trataban de repetir. Dos derrotas (y una victoria), condicionadas por la suerte, que dejaban una clasificación tal que así:
Pos. Jugador Puntos partidas Puntos victoria TOTAL PUNTOS
1 Condedraki 20 13 20 4885 53
2 Nachuata 13 7 20 1471 40
3 Luismi 0 20 20 365 40
4 Blackbird 13 7 *18 1213 38
5 Ugo 20 13 4 1600 37
6 Vilkrax 13 7 16 956 36
7 Jmmorillas 0 20 16 -150 36
8 Josep 20 13 0 380 33
9 Cintia 20 0 13 -420 33
10 Bruno 0 0 20 -130 20
11 Tiziano 7 7 0 -2371 14
12 Punico 7 7 0 -3171 14
13 Vladimir 0 0 4 -3415 4
Una nueva victoria para el vil Vilaseca, que consigue la “cuádruple corona” (Almería, Jaén, Valencia y Zaragoza), y que comparte el campeonato por parejas con Ugo, todo una revelación. Tras ellos, la pareja (trío) de la Organización. Nuestros Josep y Cintia, se alzaron con un meritorio cuarto puesto, y se colocaron octavo y novena, respectivamente, en la clasificación individual.
Lo dicho, unas jornadas magníficas, un lugar para visitar con más tiempo, y unos nuevos amigos a los que, esperemos, volver a ver pronto… ¡Os queremos a todos en Valencia para diciembre!
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