martes, 18 de noviembre de 2008

"Emos", "canis", "malotes" y otra fauna urbana...

La ventaja que te da ser y haber sido un lobo solitario toda tu puñetera vida, es que te la trae al fresco la identidad social y la sensación de pertenencia; en una familia donde padre y madre han sido hijos únicos, y las celebraciones se completaban alrededor de una mesa pequeña con media docena de cubiertos, la idea de formar parte de un todo más grande no era precisamente necesaria. Así, cuando todo el mundo, respondiendo a la llamada de sus hormonas, quería formar parte de las primeras tribus urbanas (que no eran tribus, porque no levantábamos un palmo del suelo, ni tampoco urbanas, pues no podíamos salir de las cuatro calles cabañaleras que frecuentábamos de chiquillos), yo me quedaba mirando con cara de pasmo, sin saber qué era yo exactamente... En aquel tiempo, cuando un rockabilly todavía era distinguible de un rocker, o cuando los heavys sentenciaban que Europe (muy de moda entonces), eran una panda mariquitas, las tribus urbanas se limitaban a llevar un look, una pose, y creer que tu música molaba más que la del vecino. No digo que no hubiera elementos radicales, pero eran los menos, y podías ir por la vida con tu pose, o con ninguna, y salvo que frecuentaras el territorio del enemigo más extremista, no te pasaba nada, salvo que alguien te mirara mal (y entonces, mirar mal no mataba a nadie...) Ahora, los looks y las poses se han multiplicado. En algunos casos, como los góticos moderados, o las lolitas, no hacen daño a nadie (salvo a la vista de los puristas...), mientras que otros tienden al sufrimiento propio (emos, góticos radicales...), o ajeno (canis, skins, sharps...), bien sea por chulería o por simple aburrimiento. Si antes servidor no era lo suficientemente guay para estar en una tribu, ahora, con los vientos de soplan, no me apetece nada vestirme de lagarterana y evitar que un enemigo que me odia me parta la cara porque su mente cerril le impide ver más allá de su pelo cenicero o su gorra calada hasta las cejas. Abro un paréntesis para recodar que, aunque friki, no me pone nada potroso vestirme de Naruto ni abrir debates encendidos acerca de si es más poderoso Hiro Nakamura con dolor de muelas o Magneto recién salido de una ferretería, así que tampoco creo formar parte de esa curiosa tribu urbana tendente al travestismo o a la discusión estéril. Al menos, no de su rama dura... Últimamente, con algo de tiempo para navegar por internet de forma ociosa, y cercano a la realidad de muchos chavales conflictivos a causa del trabajo, tengo que admitir que buena parte de la carga agresiva de estas tribus urbanas (o, al menos, de las que se dedican a predicar con el bate de béisbol), está motivada por una ignorancia supina y una falta de afecto tan marcada que les obliga a hacer las mil estupideces para sentirse parte de algo, aunque ese "algo" sea tan dañino como una úlcera sangrante. Respecto a la ignorancia, no hay más que leer algún foro donde se reúnan cachorros de la misma especie, o intercambien ladridos entre tribus. Llamarse La_gItAnIka o sHe_KaLoRrOn y no caérsele a uno los cojones al suelo es como para hacérselo mirar, por no hablar de esos fotologs infames con caras de malos muy malos y frases de un castellano tan depurado como aki la penya toa lokaaaaaaa kon shurmano i shuprimo. Si tratar de torturar el castellano ya tiene su delito, el torturarse a uno mismo, dejarse los brazos hechos un cisco y pintar ojitos llorando sangre y tías sacadas de La Novia Cadáver con ribetes color rosa, para terminar haciéndose afotos en plano picado para destacar más ese pelaco lengüetazo de vaca termina por revolverme el estómago, y sobre todo pensando que unos y otros tendrán que hacer grande España cuando servidor vea cerca su jubilación. Como se supone que soy un nazi facha del mal, no hablaré aquí de las tribus urbanas con calado político, skins y sharps, por dos razones: Primero, porque me conformo con que me odien los gilipollas integrales de siempre, antes que lo haga gente nueva y mucho más... decidida; y segundo, porque radicales políticos ha habido en este país desde que nos tocamos la cara hermano contra hermano y dejamos un millón de muertos de herencia, así que no hay nada nuevo bajo el sol ni las pieles que brillan, y en este caso queda poquito, poquito que inventar... Realmente no es una cuestión de tolerancia o no hacia las tribus urbanas, sino de tolerancia cero hacia la estupidez; así, un tipo que cobra por jugar en un campo de baloncesto porque es su territorio, que acepta pruebas de valor para hacerse digno de la sect... digooo, de la tribu, que saluda como si fuera un tontodelhaba salido de una peli americana de coña, y que baila al ritmo de la gasolina con pinta de chuloputas, rodeado de nenas en bikini con pinta de putas del chulo, solo me merece lástima. Porque mear los árboles para marcar territorios, dejarse dar por culo para demostrar sumisión, cambiar el registro de los trinos en época de celo y exhibir cornamenta alrededor de las hembras, solo lo hacen los animales... Y, como decía al principio, un lobo solitario rodeado de mandriles, de tiburones, de rémoras, de cobayas, de águilas bicéfalas y de perros gorileros, me parece el más razonable de los animales... JOSÉ VILASECA

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Deme una limosnita, que soy un pobre banquero...

Estamos en crisis, duduá duduá, y eso no lo remedia ni el Tato, ni Peta Zeta ni Cristo que los fundó. Los tiempos de la ligera recesión, de la desaceleración económica y del lenguaje políticamente correcto han sido muertos y enterrados por los doscientos mil parados del mes de Octubre, por el Euribor encabritado y, sobre todo, porque cuando hasta hace poco pedías un crédito de 200.000 y te ofrecían alegremente el doble y sin aval, ahora pides lo mismo que cobras al mes... y les falta escupirte.

Como según algunos soy un facha pepero, cerdo capitalista comedor de mazapanes de marca y adorador de Katol, esto no me debería importar, porque, por desgracia, las crisis suelen afectar antes y más acusadamente a los que pasan justitos con 1000 euros al mes que a los que nadan en la abundancia... pero sí, me afecta, me jode y me cabrea, a partes iguales.

Y me afecta, me jode y me cabrea porque precisamente esa banda de pedigüeños vestidos de Armani y con Juntas Generales donde el champán corre sin mesura (léase banqueros), los mismos que durante los tres primeros trimestres del año han declarado a bombo y platillo ganancias multimillonarias, ahora resulta que se han quedado sin un clavo (o eso dicen ellos), y no te prestan un céntimo (salvo a través de sus sociedades B, es decir, las empresas de usura encubierta tipo CreditoExpressdeCojones, que te siguen dando dinero al 25% de interés, que es más o menos asaltarte por el camino con un arcabuz, pero sin arcabuz y sin disfraz...)

Y esto lo podemos llamar como nos salga del pijo, pero como soy un tío inculto y poco leído lo llamaré por su nombre: Perra avaricia. Ni más ni menos. El que quiera entender, de forma llana, el por qué de la crisis, le recomiendo el blog La crisis ninja, muy de moda actualmente (y merecidamente), por explicar de manera rasa conceptos que a veces se nos escapan... pero que se resumen sencillamente en que, durante casi una década de bonanza, los bancos te daban dinero a espuertas de forma casi incondicional en forma de hipotecas, viendo que la tendencia alzista del mercado inmobiliario hacía que, incluso en el peor de los casos, ganaban dinero por el sencillo método del te doy 10 para que compres una casa que vale 5, la amuebles y te agencies un cochecito familiar de paso; me pagarás mientras tengas y, si no tienes, te embargaré la casa, que entonces valdrá 20, 25 o más, y habré recuperado parte del dinero prestado y mi inversión en forma de inmueble.

Y esta teoría cojonuda se les fue al garete cuando todo hijo de vecino nos dimos cuenta que, por muy bonito que parezca, algo no solo vale lo que vale, sino que también depende de las ganas de comprarlo que tenga la gente. Así, nos encontramos con billones de pisos que valen 10 y la inmobiliaria de turno (generalmente animada y jaleada por los propios bancos), te lo quiere vender por 20, y resulta que a ti no te apetece gastarte ni 10 ni 20, porque no los tienes y porque no es tan sencillo plantearse un proyecto vital de 30 años con contratos basura renovables de 6 en 6 meses, o cuando la supervivencia media de un matrimonio está en 2 años más o menos...

Entonces, como el mercado inmobiliario se estanca en vez de crecer indefinidamente (uno de los fallos fundamentales de la teoría capitalista de crecimiento ilimitado...), nadie vende, y ese mercado pujante que era el inmobiliario se va a mamarla a Parla; llegan los impagos, las subastas y los lloros, pero entonces los propios bancos se dan cuenta que aquello que reciben a cambio de lo que reclaman vale mucho menos de lo que realmente se pensaban... pero como es el aval válido, te jodes y bailas, no haberlo tasado como lo tasaste, burro, que eres un burro...

Ante killones de pisos parados y sin poder vender, los bancos se ponen nerviosos, desconfían del vecino, del cliente fiel y cierran el grifo. Y, así, todos los que funcionan con líneas de créditos, pagarés, letras, etc... se quedan cruzados de brazos. Los que quieren hacer una reformita en casa no encuentran financiación, así que las casas de reformas se quedan cruzadas de brazos, y los que venden a crédito reciben el mazazo de que las condiciones que antes valían ahora no valen, y te toca esperar a la hora de cambiarte el ordenador, la nevera o la cocina, porque la tienda de electrodomésticos no te lo puede vender... porque nadie avala esa linea crediticia, y se quedan con los brazos cruzados y el ordenador nuevo, la nevera reluciente o la cocina de nueve fogones criando polvo en el almacén.

Y como en ningún país se genera riqueza y empleo estando de brazos cruzados, con el stock polvoriento aparcado en el almacén y con los bolsillos vacíos, empiezan los recortes, los despidos, las apreturas de cinturón y aquí mariquita el último; como a río revuelto, ganancia de pescadores, las empresas menos escrupulosas aprovechan el follón para largar a la gente de mil en mil con los expedientes de regulación de empleo en la mano, y los despedidos, en lugar de irse a casa como borregos (que es lo que el empresario esperaría), llorando como la zarzamora por los rincones, se dedican a cabrearse y a quemar neumáticos. A las barricadas, a los parapetos y no nos moverán...

Ante este panorama, jodido y nada contento, el Gobierno (este, aquel o cualquiera), se ve en la obligación de inyectar pasta gansa directamente en la vena del mismo banco que, repito, hace cuatro días celebraba su superávit con faisán y champán en la sala de congresos de un hotel de lujo. Y, así, el chantaje moral del banco (es que tengo miedito y no quiero prestar dinero a nadie...), se transforma en asunto de estado.

Y aquí es donde servidor se planta y pone el freno de mano. ¿Es necesario que el Gobierno, el Estado, la Nación... o sea, usted, y yo, y ese otro que va por allá, curritos y proletarios, valientes y leales funcionarios, tenderos de miniaturas, mamporreros y sexadores de pollos todos, que pagamos magros impuestos cada Mayo y Junio... nos dediquemos a financiar la última escapadita de Botín a Baqueira Beret, o el polvo mañanero del consejero delegado de turno con la modelo neumática del Hola?. Pues bueno, pues vale, pues muy bien, pero... escúchenme antes, a ver si la alternativa les gusta...

Servidor, como casi todo el mundo (excepción hecha del estudiante de psicología que vive a costa de sus padres, el doctor comunista del chalé en La Yesa y cuatro gatos mal contados más...), he tenido que pedir algún que otro crédito en mi vida (afortundamente, siempre uno personal; los hipotecarios me dan más miedo que una china de pelo largo saliendo del televisor...). También, como casi todo Dios, tengo mis escasos ahorros en el banco (en uno cualquier, el de toda la vida... el mismo que me ha negado tres mil euritos para mis cositas, cuando, por suerte, estoy ganando al mes una cifra parecida -y sin querer despertar envidias, solo a título informativo-). Esos detalles tan sencillos significan lo siguiente:

1º.- Que tengo que pagar una sempiterna comisión, cada 6 meses, solo por tener mi cuenta en el banco de toda la vida, que ronda los 40-50€. Cosa que, según el amiguete que tengo en el banco, me ahorraría si tuviera unos 1000 euros siempre disponibles en cuenta pero, como hay cosas que aparte de no poder ser, son imposibles, pues prefiero gastarme ese dinero en comprarme mazapanes para mantener la leyenda de Kike Cortizo y no pensar en comisiones chorras semestrales...

2º.- Si alguna vez, por desgracia, por un pago inesperado o por falta de previsión, la cuenta se queda en negativo (siquiera un euro), te toca pagar otra comisión, la de descubierto. Igual que si, por cualquier razón, el banco devuelve un recibo a su emisor (la broma está entre 3 y 6€).

3º.- Cuando aún se podía pedir dinerito, y sin necesidad de jugar con el euribor, un préstamo personal no bajaba del 6-7% de interés, mientras que las famosas tarjetas liberales (Golden, Free, etc...), rondaban el 10-12%. Que es UN LEÑAZO pero es lo que hay, lo tomas o lo dejas.

4ª- Para el que haya tenido que besar los ponzoñosos labios del euribor, y teniendo en cuenta que esto son "Las Grandes Ligas" (hipotecarios de 100.000 euros en adelante), uno siente un escalofrío al pensar que el comodísimo interés variable que empezó pagando al 2% en 2003, se ha convertido en un mareante 5,38% a fecha de hoy (o, en términos mundanos, para una casita reformada pedimos 200.000€ a 30 años en 2003, y pagábamos 775€ al mes... mientras que ahora, esa casita que igual no vale ni la mitad que lo que nos costó, la estamos pagando a unos 1150€, o sea, un 45-50% más en cinco añitos... -cuando los sueldos, en esos cinco años, contando que el IPC ha sido de un 3,2% medio anual, y que rara vez los convenios respetan dicho IPC, habrá subido en el mejor de los casos un 15-20%-. Las matemáticas no engañan, qué cabronas...

5º.- Pero esto no es todo, porque las comisiones siguen ahí, aunque seamos buenos y paguemos mucho. Las comisiones por cancelación parcial o total (del 1% al 3% por lo general), nos desaniman a dar dinero a cuenta, pero es que si nos despistamos llega la comisión por retraso en el pago, que ya pasa a la pura usura, sablándonos el 20% de media convenientemente fraccionado para que se note poco.

¿Y este quejido a qué viene?. Pues muy sencillo: Si el Gobierno va a inyectar dinero a los bancos, quiero que les cobren una comisión por apertura nada más les transfieran los fondos... y que le dejen una buena propina al notario que de fé, que ese siempre arrambla cuando hay créditos de por medio. Que, en forma material o contable, mi Gobierno cobre mensualmente el 5,38% anual de interés sobre el dinero prestado y, si hay algún retraso, apliquen LA MISMA comisión por descubierto que aplican los bancos. Evidentemente, si son listos y se adelantan al pago, que la tuna de Solbes (también llamados Solbes y sus tunantes), pasen el pocillo para recaudar del 1 al 3% de cancelación total o parcial...

...y, si no les gusta, que encuentren a alguien que tenga poder y cojones a partes iguales y les expropie el chiringuito, que ya está bien de tanta tocada de huevos. Que Boyer dejó en calzoncillos a Ruiz Mateos por mucho menos.

JOSÉ VILASECA

P.D: Ahora que lo pienso, aparte de poder y cojones le hará falta algo más. Porque RUMASA se expropió, se la quedaron entre cuatro... y resulta que entre todos hemos tenido que pagar la indemnización a la familia Ruiz Mateos. Así que poder, cojones... y razones...



lunes, 10 de noviembre de 2008

Cuando los enemigos aún eran enemigos...

Si alguien le echa un vistazo a la enciclopedia (o la wikipedia), comprobará que némesis, término que suele reservarse para el adversario más enconado, correspondía a la denominación de la diosa griega de la justicia retributiba y la venganza, siendo Envidia su equivalente en la cultura romana . En términos más terrenos, y a pesar de que no aparece en el diccionario de la Real Academia, némesis representa la fuerza contraria y compensadora a otra, o el enemigo feroz y de posición diametralmente opuesta a la propia.

En la Antigüedad, los héroes tenían némesis a su altura, que probaban su condición heróica siempre que tenían oportunidad: Belerofonte y Quimera, Perseo y Medusa, Teseo y el Minotauro. Incluso héroes enfrentados, como Aquiles y Héctor, se convertían en némesis uno del otro, mostrándonos que no siempre ser némesis significaba ser un villano clásico.

Más adelante, en la Literatura, en el teatro y en el cine, los tour de force entre dos protagonistas antagónicos han llenado estanterías y plateas, mientras que los duelos míticos entre rivales políticos, sobre todo en democracias bipolares como la nuestra, han perpetuado la idea del cara a cara entre opuestos irreconciliables.

Y, después de siglos de enfrentamientos, lo que caracteriza de manera prácticamente uniforme en todos estos duelos, es que acababan resolviéndose con la espada, la pluma o la palabra. Batiéndose en duelo singular o enzarzándose en una batalla de ingenio, de viva voz o negro sobre blanco; incluso enemistades tan encarnecidas como la de Góngora y Quevedo, que llegaron al insulto personal, se cubrieron de verso trabajado y culto, un auténtico pulso de cultura.

Ahora, cuando los escudos que reflejaban la mirada de la Gorgona se han transformado en pantallas de ordenador tras la cual el cobarde se parapeta; cuando la palabra culta se ha convertido en berrido, en ladrillo y en mugido torpe, y cuando la fina poesía y la trabajada prosa se han pervertido en un me la pela, kapullo o en hazme una tríada, man, nos ponemos a pensar si no tendrán razón quienes afirma que cualquier tiempo pasado fue mejor...

Porque, a pesar de que la universalización de la cultura y el conocimiento es una de las maravillas del mundo moderno, bien es cierto que no está hecha la miel para el hocico del cerdo, y poco necesita el inepto, el palurdo y el tonto del haba en pervertir a su antojo las nuevas tecnologías, convirtiendo el teléfono, la televisión e internet en una jungla, en la que contar con una o varias némesis no significa enfrentarse a un duelo honorable ni a un intercambio dialéctico cabal, sino enfangarse en el lodo de la más infame condición humana.

Podría poner muchos ejemplos de toscos debates televisivos, incluso entre respetables miembros de partidos políticos de arrastran millones de votantes, por no hablar de los duelos a bramidos entre hip-hoperos de poca monta (pues incluso ese tipo de música tiene su código, y sus seguidores saben lo que es permisible y lo que no...), pero como este es un blog bastante íntimo y personal, hablaremos de la propia experiencia, que es la que de verdad escuece, para demostrar hasta qué punto hemos involucionado, en lugar de evolucionar, desde que los enemigos aún eran enemigos...

Para los que todavía creemos en los Foros y los blogs como vía de comunicación en internet, como gran tablón de anuncios los primeros y como diario de vivencias y opinión los segundos, las irrupciones violentas de gentuza poco leída y peor educada, pretendiendo destrozar tus más o menos sesudos argumentos con un eres un puto facha pepero, o un eres un gordo de mierda, don Pimpón o, aún mejor, nadie te defiende, está más solo que la una, nos ayudan a entender los difíciles tiempos que corremos; así, cuando antaños las némesis tenían suficiente con su fortaleza, su ingenio y su destreza para enfrentarse a uno, pasan a armarse de intransigencia, de desprecio irracional o de falso populismo para el mismo fin.

En primer lugar, no hay peor demostración de sinrazón que el integrismo. Las persecuciones políticas y religiosas han diezmado el mundo basándose en que aquel que no piensa como uno está equivocado, y el que está equivocado debe abandonar sus razonamiento o ser destruido, sin medias tintas. Lo que antes era herejía, ahora se resume con eres un facha, generalmente en boca de quien confunde la velocidad con el tocino, el progresismo con el fundamentalismo y la verdad con su propio ombligo. Supongo que esos críos educados con el temible ¡Que viene Franco! consideran que el fascismo es la panacea universal en lo que a maldad se refiere, incapaces de admitir las realidades del nacional-socialismo, del stalinismo, del integrismo islámico o del simple despotismo bananero. Así, cualquier libre expresión que no abogue por el aborto libre e incondicional, por la despenalización de la marihuana, por el feminismo más castrante, por la alianza de civilizaciones y por el comunismo guay... pero-el-chalet-de-la-Yesa-es-mío-y-no-me-lo-toques, entonces debe ser un facha pepero porque lo digo yo, y punto... Porque por que lo digo yo, y punto es el paradigma del progre más liberal del condado, vamos...

En segundo lugar, el insulto. Del pueril sandía, que me dedicaban Mascerdo, Latorre y sus mariachis hace ya eones (basándose en un apodo de patio de guardería), llegamos al modernísimo Don Pimpón que ciertos abortos con patas tienen siempre en la boca para referirse a mí. Guau, debe ser tremendamente feliz la persona que piensa que la gordura es comparable a la enajenación mental y te limita a la hora de razonar, así que evitaré recordarle a nadie que siempre es preferible tener grasa en la barriga que mierda en el cerebro, y que puedo hacer una vida perfectamente normal (salvo correr una Volta a Peu, supongo).

Lo peor de esta categoría de argumentos, es que en este punto la némesis se convierte para uno en simplemente un hijoputa con capacidad de respirar, que no tiene nada nuevo que aportar al mundo (ni aportarte a ti), y cuya presencia preferirías evitar. Sobre todo porque, generalmente, pasan del insulto personal y bajuno, al insulto a tu familia (a tu mujer, a tu madre o a tu padre fallecido...), o a la amenaza física o de tus bienes (que si te voy a partir la cara cuando te vea, que si te voy a quemar la tienda, etc...). Estos odios tan encendidos son fuegos difíciles de sofocar porque, cuando se alcanzan estos extremos, la psicología más pedestre nos enseña que las personas así solo desean la destrucción completa del enemigo, y lo cierto es que morirme es lo último que pienso hacer en esta vida...

Por último, el recurso de la demagogia y el populismo también demuestra su inutilidad, teniendo en cuenta que debe haber unos 6.500 millones de personas sobre la faz de la Tierra y más de 10.000 millones de insectos POR KILÓMETRO CUADRADO... y que a nadie le importa una puñeta la opinión de los insectos, ¿verdad?. En otras palabras, que si el gran simio vocea desde su púlpito y decenas de chimpancés aplauden, solo significa que el simio puede hablar y los otros micos aplaudir, no que tengan razón.

A tal respecto, en mi caso particular, la gente cercana y amigos han sabido ser lo suficientemente discretos como para no entrar a saco en defensas a ultranza de mis argumentos (porque, como los culos, cada uno tenemos el nuestro, y tampoco necesito que nadie alabe o defienda mi culo en público frente al culo ajeno...), o contar con espíritu crítico y discutir conmigo de cualquier tema, sin necesidad de gritos, insultos, simios que vocean ni micos palmeros. A tal respecto, es un auténtico placer reunirse después de las asambleas de la Asociación afín a la tienda, y dialogar de forma distendida con rojillos y peperos, cara a cara, cada uno con sus virtudes y sus valores... y da cierta lástima atender Foros y blog comprobando que esa frescura se pierde desde el cobarde parapeto virtual.

A lo largo de toda una vida, y de muchos años en primera línea de fuego en el hobby, más que némesis he acumulado rémoras, y es un poco triste. Si mi valor como persona tiene que medirse por el valor de mis detractores, la verdad es que es para deprimirse: Los que te llaman sandía o Don Pimpón, los que sienten obsesión enfermiza por saber si te alimentas de mazapanes o de carne cruda, los que se burlan de tu mujer, llaman pobre mujer a tu madre y se descojonan por que dediques unas palabras de recuerdo a tu padre (quizá empujados por que ellos todavía no saben cual es el suyo), pasando por quienes, directamente, te desean la muerte más horrible, te amenazan con patearte las costillas o viven en una ensoñación perpetua en la que, al más puro estilo emperador Nerón, incendian tu tienda.

Si todo esto ya es, de partida, risible, alcanza cotas de carcajada histérica cuando compruebas que todos ellos hacen piña convenciéndose de tu maldad y su bondad compartida, en foros clandestinos donde tienes prohibido el acceso, borrando regularmente los mensajes más exaltados para que no quede huella de su felonía salvo en su memoria (siempre selectiva), y reclutando nuevos acólitos como si de la secta maradoniana se tratara.

Supongo que el último de estos neófitos, de nombre Aitor Rico, debe sentirse especialmente satisfecho de unir su nombre al de gente que considera un vertedero su reino y un cubo de basura su trono, y que pronto me dedicará otro ladrillo en forma de comentario impublicable, lanzando bravatas de niño consentido y malcriado defendiendo a otros tantos niños aún más consentidos y peor criados que él. Enfrentado a mí, tratando de representar valores contrarios a los míos (y según él, mejores), ha intentado recoger el testigo de némesis de otros que no supieron, o pudieron, estar a la altura.

Pero... ¿a la altura de qué?, me pregunto. No represento a nadie, salvo a mí, ¿por qué tanto odio?. Si mi condena es la soledad, y la turba numerosa está en posesión de la verdad y la razón, ¿qué les obliga a seguir visitando este blog, a rastrar mis mensajes en los Foros?.

Da que pensar, eso es evidente. Si realmente nadie me quiere y soy un paria, habría que ver este blog como el diario de un náufrago loco. Si por aquí pasan, de vez en cuando, amigos compartiendo opiniones, o desintiendo de ellas, quizá es que no estoy tan solo como algunos quisieran. Si, no haciendo publicidad alguna de este punto de encuentro virtual, los que son llamados aquí idiotas hacen correr el boca-oreja acerca de su existencia, lo leen con avidez y se atreven a contestar, ofendidísimos... quizá es que, quién sabe, el loco no soy yo...

JOSÉ VILASECA

jueves, 30 de octubre de 2008

La Reina Sofía y el orgullo gay

Claman al cielo las peras y las manzanas, que decía Ana Botella, por unas declaraciones de la Reina (la nuestra, mal que le pese a alguno...), acerca de los homosexuales, sus uniones y la exaltación reinónica de su orgullo una vez al año (o, en casos concretos, como era el de Boris Izaguirre en Crónicas Marcianas, cada vez que caía la audiencia). Como siempre en estos casos, se une la manía de sacar de contexto las palabras de un tercero y rasgarse las vestiduras, que es poco liberal y democrático pero queda resultón.

Antes de que nadie me etiquete de monárquico y homófobo (el tontolpijo de Kike Cortizo ya me llamó facha y pepero en su día, opinión que me merece tanto respeto como el propio Cortizo, o sea, más bien poco...). he de recordar que, esos que exigen con malos modos que la Familia Real sean uno más en esta España nuestra, suelen ser los mismos que señalaron al franquismo como culpables de que la Casa Real tuviera que exiliarse a Italia y no regresar casi en cuarenta años, y que aplaudieron como borregos cuando Don Juan Carlos renegó de los Principios del Movimiento y abrió la puerta para que el Carnicero de Paracuellos, entre otros muchos, regresaran de su madriguera sin peluca. Sirva como ejemplo de memoria selectiva de cierto progresismo, que olvida que el Rey que se exilió fue Alfonso XIII, antes de ser acusado de alta traición por las Cortes en 1931, en pleno gobierno republicano.

Y, en lo tocante a la homofobia, personalmente me la pela con quien se acueste cada cual, mientras sea una relación consentida. Como hombre, no sé lo que es sentir atracción por nalgas masculinas, tabletas de chocolate ni barba de tres días ajena, porque desde que mis hormonas llamaron a la puerta de mi vida, siempre me han gustado más Elsa Pataky que David Beckham, vamos. Desde mi punto de vista, entiendo la homosexualidad como puedo entender mi heterosexualidad: Como algo que me toca, como el color de mis ojos, como el color de mi piel o mis pelos en las piernas, es decir, algo que viene de serie como el airbag en los coches.

Personalmente, y como parece afirmar Doña Sofía en su libro de memorias, hacer una exaltación de la homosexualidad una vez al año me parece tan superfluo como lo sería hacer un pasacalles con gente pelirroja, por poner solo un ejemplo. Creo que el hecho de exaltar una parte de uno mismo, en lugar de ayudar a normalizar su situación, provoca más hastío y rechazo que otra cosa. Tan absurdo me parece que una gente se disfrace con plumas y se calce plataformas de medio metro, como una panda de frikis se vistan de Naruto y pongan caras delante de una cámara de televisión. Es divertido pero absurdo. Es simpático, pero absurdo. Independientemente de que la cosa vaya de tetas y culos, o de caballeros Jedi.

Evito, evidentemente, hacer comparaciones torticeras con enfermedades, puesto que la homosexualidad no es una enfermedad ni una desviación sexual (del mismo modo que los zurdos fueron discriminados durante largo tiempo, y su tendencia a utilizar mano, pie u ojo izquierdo no es curable ni tratable... porque, insisto no es una enfermedad).

Sin embargo, y esto por simple respeto a la lengua, me cuesta llamar matrimonio a algo que no lo es. En principio, porque matrimonio proviene de matri-monium, es decir, el derecho que adquiere la mujer que lo contrae para poder ser madre dentro de la legalidad, según el Derecho Romano. Ojo, DERECHO ROMANO, nada que ver con la Iglesia Católica, mal que les pese a los exaltados de turno. Así, llevando el argumento al extremo, no podemos llamar matrimonio a la unión (descabellada) entre un señor y una oveja, porque la oveja no adquiere ningún derecho por que se la beneficie un zoófilo.

Porque, no nos engañemos, estas reticencias no solo tienen que ver con lo religioso, con lo moral... sino también con el derecho, puro y duro. Mi mujer y yo, con un hijo de tres años, no somos un matrimonio porque no hemos firmado ningún papel. Somos una pareja de hecho, que es más o menos lo mismo, pero que aparece como una opción legal perfectamente comprendida, contemplada por reglamentos y leyes, y que nadie se escandaliza (al menos ahora) cuando escucha dicha expresión... ¿Por qué las uniones entre personas del mismo sexo, aunque tengan los mismos derechos que el matrimonio heterosexual, tienen que llamarse matrimonio... si no es exactamente lo mismo?.

En lenguaje llano y basto: Meter el pene en un orificio de la pareja de forma consentida se llama de maneras distintas (siempre de forma culta): En la boca, es felación; en el ano, es sodomía; en la vagina, de haberla, es coito. Incluso hilando fino, el acto anal se puede llamar coito anal, pero siempre con el adjetivo anal para evitar confusiones. Evidentemente, los tres dan gustirrinín... pero no es lo mismo. Son actos sexuales, pero también es un acto sexual darle a la zambomba, y a ver quien es el simple que prefiere machacársela como un mandril a que se la chupen como un botijo... ¿Ven?, ya me han hecho hablar mal...

Volviendo al tema de las uniones unisexuales, creo que el problema no es llamarlo matrimonio o no, sino que no hay cojones de inventar un nombre que no suele horroroso... y que el hecho de afirmar que no ha de llamarse matrimonio viene de la Reina Doña Sofía. Si lo dice un mindundi como yo, en este Foro que lo leen amiguetes, gente que pasaba por aquí e hijoputas rencorosos, no trasciende ni nadie monta el pollo público; ahora, si lo dice la Reina de España, que lleva treinta años demostrando día a día que es un dechado de bondad y virtudes, pero que tiene su opinión como todo hijo de vecino, se arma un Dos de Mayo.

Y, al final, nos encontramos con la doble moral de muchos demócratas de golpe en pecho y boca grande. La Reina lleva años siendo vegetariana, y a todo el mundo le parece bien. Del mismo modo, parece demostrado que la fiesta taurina no es del agrado de Su Majestad, y nadie se escandaliza lo más mínimo. La Reina lleva media vida (o más) ayudando a todo tipo de Centros y Asociaciones de corte social y benéfico, y nos parece una reina guay... Pero resulta que afirma que la Cabalgata del Orgullo Gay está de más y aparece un iluminado diciendo que eso es homofobia institucional.

Así que, si alguien me pregunta si prefiero Reyes o Jefes de Estado, afirmaré que los primeros, por dos motivos: Primero, porque los únicos que me toca sufrir nos salen baratos para todo el trabajo que llevan haciendo en treinta años de democracia (y quien diga lo contrario, que me saque las cuentas...). Y segundo, porque si un Jefe de Estado electo puede acabar siendo el imbécil que ha tenido los cojones de afirmar la sandez de la homofobia institucional , pues casi que Virgencita, Virgencita, que me quede como estoy...

JOSÉ VILASECA HARO

miércoles, 8 de octubre de 2008

Anoche soñé contigo, papá

Anoche soñé contigo, papá. Es una suerte volver a verte, y a escuchar tu voz, porque, desgraciadamente, hace casi un año que nos tenemos que conformar con soñarte. Porque no estás entre nosotros.

Quizá debería haber esperado al primer aniversario de tu marcha, pero esto no es algo que quiera celebrar, y que recuerdo lo suficiente cada día que pasa como para poner un círculo rojo en el calendario. Ya me ha sido difícil comenzar a escribirte, y más duro será tratar de llegar hasta el final, como para querer hacerlo justo cuando tu recuerdo se hará más intenso... algo de por sí complicado, porque siempre es intenso, y brillante, como una estrella muerta en el infinito que sigue iluminándonos... a pesar de que, a años luz de nosotros, ya ha desaparecido...

Supongo que la magia de los sueños es que se olvidan casi siempre y, aunque sé que estuviste en mi mente, no recuerdo de qué hablamos; quisiera creer que hablamos de tu nieto, que es mi hijo, y que crece cada día más, sin olvidar lo mucho que quiso a su yayo Pepe, y lo mucho que éste le quiso a él. Igual me llamarías la atención por el duro trabajo que, para todos en general, y para mamá en especial, ha sido la renovación de la tienda, y la venta prensa diaria... y yo me excusaría diciéndote que hay heridas que no se cierra, pero se alivian con trabajo, esfuerzo y la compañía de esa piña que hemos tenido siempre por familia. Puede que hiciéramos chistes acerca de la estupidez humana, de esa que de vez en cuando se asoma a este balcón para llamarme de todo, y nuestra conversación con seguridad acabaría con algunos de esos buenos consejos, que empecé a aceptar quizá demasiado tarde, pero que me han acompañado y me han hecho ser como soy.

Es una lástima no poder hacerte rabiar por las largas vacaciones que me he cogido, o sentarme en el campo del Levante sabiendo que ese asiento vacío junto a mí no volverá a llenarse, al menos en esta vida. Es una lástima que no hayas podido leer, henchido de orgullo, la carta que el Arzobispo de Valencia le escribió a mi hermana para confirmar su Presidencia en la nueva Hermandad. Por no hablar de cada nueva trastada de tu nieto, cuyas pilas siguen siendo tan inagotables como cuando podías disfrutar de su compañía.

Supongo que algún sietemesino de por ahí, de cuyo beso de Judas bien me advertiste en su día, no entenderán que siga queriendo a mi padre, a pesar de que no disfrute de su compañía; supongo, papá, que mi ventaja es saber quién era mi padre, y la desventaja de aquellos sea precisamente la duda de que pudo ser cualquiera, ¿no te parece?.

Todo sigue más o menos igual: El Gobierno miente, los precios suben y los bancos silban como despistados si vas a pedirles dinero a crédito. La abuela cumplió los 88 y sigue pareciendo tener muchos años menos (por mucho que se queje), y tu nuera te extraña más que a sus propios padres, los cuales no han muerto pero tampoco es que sean más animados que un entierro, la verdad. Tu consuegro te pagó una misa en Albacete y sigue batiendo su propio record de dias, semanas o meses sin ver al peque; creo que va por el año y medio, aunque tampoco me importa mucho...

El trabajo bien, a pesar de que me he quedado con las ganas, jodidas ganas, de poder invitar a mi padre a un almuerzo uno de esos días tontos donde a las diez y media ya has hecho el trabajo de dos días. Te imagino sentado en el Naval, viéndome entrar y cantando con sorna la canción del Legionario, pero con tu letra... Soy valiente y leal funcionario...

Está mal que lo diga, papá, pero es que eres un tío cojonudo. Uno de esos que no se ha callado nunca, que ha dado a la palabra más valor que cualquiera de sus prójimos, y que una mentira le sentaba peor que una patada en las bolas. Cuando sea mayor quiero ser como tú. Voy de camino, porque ya soy funcionario... ahora solo me falta la parte cojonuda. Estamos en proceso...

Ah, envié un par de novelas, a ver si alguien se vuelve loco y dice eh, este fulano escribe medio bien y me acaban publicando alguna. Sí, una de ellas es el cuento de los críos y la librería, que sigo pensando que se merece mejor suerte de la que tuvo en su día; la segunda, se llama Padre Muerte y es una novela que concursa para el Planeta. Como soñar es gratis y la broma son 600.000 euros del ala, pues la acabé en menos de ocho meses, y allá que voló con algunas de mis ilusiones. A estas alturas de Octubre ya debería tener noticias, así que, seguramente, habrá acabado en algún rincón de la editorial...

Bueno, ya va siendo hora de que termine. Hoy no creo que pueda volver a soñar contigo, porque voy a permanecer despierto y tratar de ajustar mi horario vital, que está descontrolado. Pero espero que nos visites a todos de vez en cuando... y sobre todo, a mamá. Que te echa en falta no sabes cuanto.

Hasta pronto, papá. Vuelve cuando quieras.

jueves, 2 de octubre de 2008

Prohibiendo el oficio más antiguo del mundo...

En esta querida España nuestra, de golpe en el pecho y juramento, de misa dominical y guerras civiles que nunca se olvidan del todo, de café, copa y puro, de pan y circo (o de bocata y fútbol, o toros, que para el caso es lo mismo), y de irse de putillas en plan celebración por todo lo alto, a hipócritas y cainitas no nos gana ni Cristo: Igual enarbolamos la bandera del rojerío y el comunismo militante mientras nos construímos un chalé burgués en La Yesa, que acusamos al vecino de facha, amordazándolo y negándole su derecho a expresarse porque lo digo yo.

En una España así, repito, a nadie le debería ya sorprender que la clase política haga todo tipo de juegos malabares para hacerse pasar por quien no son: Así, mientras el PP reiventan su viaje hacia el centro, en el PSOE se vuelven más papistas que el Papa (o que el pepe...), y, desde ese Ministerio del eterno cabreo y la chulería que es el Ministerio de Igualdad, se proponeprohibir la prostitución, penar a sus usuarios y flagelar en plaza pública a todo el que saque a pasear el cimbrel en el barrio chino del lugar, castigado por maltratador de género.

A mí me tendría que dar igual todo esto, puesto que nunca me he ido de putas, ni tengo intención de hacerlo. Y no ha sido por convicción moral, ni por higiene, ni por necesidad... siemplemente porque no me ha salido de ahí. Sin embargo, me parece que jugar al Franco ha vuelto, pero en facha que practica últimamente el partido que nos gobierna, me da muy malas vibraciones.

Me permitiréis un paréntesis para que os hable de una película de Stallone, llamada Demolition Man. No es que sea una película para tirar cohetes, pero como fue popular en su día, espero que aún la tengáis en la memoria; en ella, al más puro estilo 1984 o Un mundo feliz, pero con tiros y patadas, se presentaba una sociedad ideal y aburridísima, donde estaba prohibido el tabaco, el alcohol, las comidas picantes y hasta el fornicio se convertía en un juego de realidad virtual. Acojona pensar que, a fecha de hoy, las restricciones respecto del tabaco, del alcohol, de las comidas que engordan mucho (por no hablar de las histerias alimenticias de cada semestre...), y, ahora, el folleteo rinconero, están o van a estar mucho más restringidas, limitadas y legisladas que hace no tanto tiempo...

Se supone que, en aquella película, el mensaje implícito era alertar de los peligros del fascismo y del totalitarismo... y si resulta que quien ha aplicado por estos lares tales máximas es un gobierno socialista (ya saben, progresista, liberal y todas esas virtudes que no se creen ni ellos...), pues da que pensar... y produce escalofríos.

Volviendo al tema de las lumis, el razonamiento de considerar al usuario de sus servicios como parte implicada en un delito de violencia de género me parece una estupidez como un piano, partiendo de la base que no todas las furcias tienen un proxeneta detrás, y que algunas simplemente pegan unos cuantos revolcones para completar su presupuesto, otras son perfectamente capaces de abandonar la profesión en cuanto se aburren o se hartan. Por no hablar de las que aprovechan su status de acompañante de lujo para aparecer en televisión diciendo que se han calzado a Paquirrín o a Ronaldo... o a los dos juntos, si les pagan más por la exclusiva... Estos son casos donde no me las imagino como pobres víctimas de la violencia contra las mujeres, sino como profesionales de lo suyo (en los dos primeros casos), o como simples trepas vaginales que van a la que van (las del último ejemplo).

El problema del caso, que suele ser el chulo, se soluciona de una manera sencilla y práctica, además muy lucrativa para el estado: Legalizando la prostitución. Tranquilos, espero que vuelvan de rasgarse las vestiduras, que uno ya no se sorprende de nada. E, insisto, legalización es la solución (como cantaban Ska-P y sus coros, hablando de la marihuana... que es mucho más dañina, pero tiene mejor prensa...)

Volviendo al asunto de la legalización, esto no supondría más que ventajas: Teniendo en cuenta que los seguros sociales de un trabajador, autónomo o por cuenta ajena, están entre los 150 y los 300€ al mes, os podéis imaginar los ingresos que supondría para las arcas del Estado. Del mismo modo, la posibilidad de una Mutua de profesionales del sexo aseguraría una higiene mucho mayor de la que se puede encontrar alguien que saque la colita a paseo en la Avenida del Oeste, por no hablar de la rápida (y obligatoria), detección de enfermedades venéreas, de hepatitis o de VIH. Evidentemente, a largo plazo supondría ajustar las cuentas para muchas más usuarias del sistema de pensiones, pero, pensando que no todas las prostitutas se jubilan en el antiguo oficio del despatarre (sino que van entrando, poco a poco, en trabajos más normalizados), la balanza de gastos e ingresos sociales se inclina más por lo último que por lo primero.

¿Y donde nos hemos dejado al proxeneta?. Pues muy sencillo: Como en este país, antes te cogen por defraudar a Hacienda que por matar a tu vecino, una vez legalizada la prostitución, el proxenetismo no solo sería violencia de genero, sino también delito fiscal. Explotación laboral, acoso laboral, chantaje... con lo que las condenas serían mucho más firmes (y por partida doble), y quizá el chuloputas se lo pensaría dos veces antes de rondar a las lobas...

Supongo que todo esto quedará en agua de borrajas, más que nada porque el Ministerio de Bibiana Aído y sus locuras solo sirve para cabrear al personal, dar que hablar a los tertulianos... y hacer que nos olvidemos de los verdaderos problemas del país. Esta vez han sido las putas, antes fueron los miembros y las miembras y entre medias las selecciones deportivas mixtas, como si en España no hubiera desaceleración económica, los pisos no siguieran por las nubes, ni un solo banco te dé un crédito por muy buenos avales que presentes...

Como diría Homer, esto es la calle de la gominola, del país de la piruleta... eso sí, sin putas...

JOSE VILASECA


jueves, 25 de septiembre de 2008

Una vida en cien palabras

Aunque que supone que soy un carca y un facha, miembro de las juventudes del PP (Kike Cortizo dixit), me desayuno con la Cadena Ser y, respondiendo a su reto- invitación, a comienzos de septiembre, de resumir la propia vida en tan solo 100 palabras, me animé a enviar un pequeño resumen de lo que había sido mi existencia. Cual sería mi sorpresa que, una vez publicaron las vivencias en su web, la mía, que titularon como Me Crié con Barrio Sésamo se encontraba en primer lugar, lo que no significa nada, pero ilusiona mucho...

Para los interesados, la vivencia propia y otras muchas más se encuentran todavía en http://www.cadenaser.com/cultura/articulo/vida-cien-palabras/csrcsrpor/20080909csrcsrcul_3/Tes

Para los obsesionados con mi presunto parecido con Don Pimpón (como el propio Cortizo, de triste vida, y otros tantos como él), pues que lo disfruten muchos años; como dijo Cervantes en boca del Quijote: Ladran, luego cabalgamos. Así que poco queda que decir...

JOSÉ VILASECA

miércoles, 24 de septiembre de 2008

Anónimos

Vaya por delante que, salvo en casos de arrebatos amorosos o similares, considero la ausencia de firma en textos amenazantes, insultantes o de puro chantaje como uno de los actos más bajos de cobardía, desgraciadamente más extendida de lo que parece. De igual modo coloco a esa altura a quien, protegido por la distancia y las nuevas tecnologías, es capaz de lanzar toda clase de improperios en internet que sería absolutamente incapaz de decir a la cara de su víctima; así, la mala praxis de los usuarios de foros que cada nuevo tema o respuesta transforman en escupitajo, ha devaluado la importancia que estos puntos de encuentro tenían en el Warhammer. 

Como mi carácter, y el hecho de que nunca me he escondido para decir las cosas, se han combinado para proporcionarme un surtido de misivas anónimas recibidas en mi buzón, voy a hacer un pequeño repaso de ellas... que, supongo, hará que muchos entiendan por qué el hastío actual por el Warhammer de aquellos que llevamos años en el tema... 

Echando mano de hemeroteca (antes de que alguien encuentre nombre mejor para el almacenamiento virtual de mails y mensajes foreros...), quizá tendría que remontarme a época en que Gillibrang, servidor y otros tantos respondíamos dudas en el desaparecido foro del Devil Team; ya entonces mi ácida ironía, acerca de la dificultad de leer el reglamento que siempre han tenido cierto número de jugadores, me granjeó importantes enemistades anónimas. De allí salió escopetado un tal Archaón el Polémico que buscaba de sacarle punta a todo, relacionando mi profesión de maestro con la pederastia, u obsesionándose con mi sobrepeso y con el de Gillibrang (hay una película por ahí bastante desagradable llamada Feed que resulta reveladora en tanto en cuanto la obsesión de algunos por la gordura ajena). 


Por fortuna, se fue como llegó, algo habitual en los anónimos cuando se deja de hacerles caso, y sus mentiras (edad, procedencia, etc...), dejaron de interesarle a nadie. Poco después, coincidiendo curiosamente en fecha con el cabreo de Marcelo Soto por hacer Burjassot 2003 un sábado (que no le venía bien, al muchacho), apareció en el Foro de Bretonia un usuario anónimo llamado EL_Uni (supongo que por mis referencias a éste como unineuronal), que se atrevía incluso con una foto mía tras una señal de tráfico de prohibición, diseño que posteriormente se repetiría en la camiseta del Drink Team, versión Torneo de Alcoi. 

Evidentemente, cuando un anónimo se presenta de esta forma siempre deja un tufillo a este fulano lo conozco, bien por su forma de expresarse o bien por las pistas que uno encuentra diseminadas por su camino de elefante en cacharrería. Aunque, al final, más que inquietar, da lástima... 2004 fue el año de las paridas anónimas por excelencia en Valencia. Más aún, fue un año DE MIERDA donde nos volvimos todos locos, y tan pronto veíamos a un capullo con patas aplaudir a otro por haber montado una unidad de zombies destrozando un campo de sandías (en referencia a mí), como nos enteramos de que "alguien" había denunciado anónimamente a Hacienda el Torneo de Burjassot

Por cierto, para que os hagáis una idea de aquello, rescato un post del foro de Khemri, redactado por Quique Ramos (http://khemri.mforos.com/102910/2620573-condena-de-la-junta-de-burjassot/), para que veáis cuantos anónimos (auténticos o "interesados"), corrieron por aquellos tiempos de Dios. 

Todo aquel 2004 de mierda (al menos, en el hobby de por aquí), estalló en las mano de el de casi siempre con una carta que se envió al local de juego del Torneo de Paterna con una presunta denuncia ( firmada por la administración pero "secreatamente" enviada por mí, según afirmaba todo Cristo), por correo pero remitida, supuestamente, desde el Cabañal (donde vivo). Sí, da para teleserie de las cutres.

Este bulo (difícilmente comprobable, pues las pruebas no están accesibles... o, directamente, nunca existieron), cae por su propio peso cuando El Cabañal NUNCA ha aparecido en los matasellos locales (como mucho, Poble Nou del Mar, cuando el Marítimo era independiente... a finales de 1800), por lo que el resto del contenido de la carta (que le vino muy bien al grupo de Paterna para limpiar su imagen de chungos y buscabroncas, aunque fuera solo un ratito), tiene más visos de ser una leyenda urbana que una realidad tangible (básicamente, porque nadie me denunció... a pesar de tenerlo todo tan claro). 

A colación de este tema, aparte de conseguir que muchos "palmeros anónimos" de los Foros de marras aparecieran al despelleje (por cierto, la comparación que Toni Priego hizo en su día con los chuchos y el chuletón me parece la mejor para describir la actitud de rémoras con complejo de tiburón que tenían aquellas bestias foreras...), consiguió que recopilara algunos mails sin firmar de gentuza que me recomendaba contratar un seguro contra incendio para mi tienda, lo que nos remite a lo comentado al principio acerca de la cobardía, y de la violencia que esta cobardía y la "falsa seguridad" de la actuación anónima genera... 

Así pues, y sabiendo que me dejo cantidad de anónimos en el tintero (incluyendo aquellas veces en que fulano se ha hecho pasar por mengano), finiquito este asunto con el tema que me ha animado a ponerme delante del teclado: Una airada protesta (anónima) acerca del tema de los bocaculo pre-Torneo, que me aconsejaba visitar al especialista (no sé cual especialista, pero alguno será, ¿no?). Evidentemente, el autor de dicho anónimo se ha debido sentir escocido por los comentarios que vertía en dicho artículo, por lo que es de suponer que sea uno de los protagonistas. 

Estos anónimos solo sirven para, desgraciadamente, darme la razón de que cuando uno es un hijoputa, da lo mismo que meta la cabeza en el hoyo como las avestruces o que envíe anónimos airados... porque seguirá siendo un joputa por los siglos de los siglos... ...a pesar de que la diferencia entre una y otra clase de hijoputez es que, ahora, después del anónimo, se ha convertido en un hijoputa cobarde... 

Con cariño 

JOSÉ VILASECA HARO

sábado, 20 de septiembre de 2008

Una vida llena de libros

La semana pasada, gracias a la diligencia de la librería de Resús "Libros Constancia", recibí en mi casa el ejemplar El Enigma del Castillo de Roca Negra, uno de los seis únicos volúmenes de la serie alemana que MAE editó en nuestro país a principios de los ochenta. Lo cierto es que no es una primera edición, ni un incunable, ni siquiera es una obra maestra... Simplemente es un libro juvenil, de un grupo de muchachos en un castillo convertido en internado, y que mezclan travesuras la mar de inocuas con un comportamiento caballeresco... Lo importante de este libro es que llevo buscándolo la friolera de veinte años, pues son especialmente complicados de encontrar (gracias a internet, estas cosas se han vuelto más fáciles...). Toda una vida... llena de libros.

En uno momento en el que la lectura está de capa caída, sobre todo entre las nuevas generaciones, me resulta curioso recordar cómo, con esa edad en la que ahora le escupen a cualquier cosa que tenga más de veinte páginas y no lleve fotos a color de tías en bikini o tíos marcando tableta de chocolate, yo me dedicaba a ahorrar como una hormiguita para conseguir el último volúmen de la Biblioteca Juvenil de Alfaguara, o el enésimo libro- juego de la saga Lobo Solitario (precursora, en España, de los juegos de rol).

Por otro lado, pienso en los libros que me han acompañado en algunos de los momentos más recordados de mi vida, o en aquellos instantes de paz interior en los que cualquier detalle hacía que el mundo valiera la pena: La excursión a la alfubereta de Anna cargado con La Historia Interminable, o las horas de tranquilidad en la biblioteca popular de Chiva devorando It, de Stephen King. O, más recientemente, las últimas semanas de embarazo de Sara disfrutando de Dioses Menores de Pratchett, o nuestra primera gran escapada familiar, con El Misterio del Príncipe de la serie de Harry Potter.

Ahora es mi hijo quien empieza a descubrir cuentos y libros, con la curiosidad del niño de tres años que es, mirando asombrado cómo su padre o su madre con capaces de leer páginas y más páginas de letras pequeñas y apretadas. Ojalá pueda descubrir como yo ese mundo pleno que es la lectura.

JOSÉ VILASECA

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Es mi chulo y me pega cuando quiere...

El tema que hoy traigo al tablón virtual es bastante más duro y políticamente incorrecto que las chuminadas de los warhammer, Burjassot y sus santos bajo palio, y otras cosas que, cuando llega la hora de la verdad, carecen de importancia (más allá de la ética de cada cual... que es poca, visto lo visto...)

La cuestión es que, a fecha de hoy (si no recuerdo mal), un hombre todavía sigue en coma, postrado en una cama de hospital, porque tuvo la desgracia de contar con valores y salió a defender, en plena calle, a una mujer de su maltratador. Del mismo modo que en Italia despotricaban por que hubiera bañistas en la misma playa que yacían dos niñas gitanas muertas (es decir, por mirar hacia otro lado), aquí Jesús Neira, que así se llama el buen samaritano, lucha entre la vida y la muerte por todo lo contrario (es decir, implicarse). Así, entre el que cada perro se lama su rabo, que cada palo se aguante su vela o el instinto natural de proteger al débil frente al agresor, al final, los bienintencionados que valoran a la sociedad desde su casa de piruleta en la calle de la gominola, siempre verán defectos de forma en la acción o en la ausencia de esta...

Pero lo peor no es eso. Lo peor es que, después de recibir hostias como panes hasta quedar inconsciente (e inconsciente sigue...), la pobre víctima salta ahora defendiendo al hijoputa que se quería descargar con ella y acabó haciéndolo con el profesor Neira. Lo quiero y sería incapaz de hacerme daño, afirma, y no se le caen las bragas al suelo de vergüenza. Pasaba un trance duro, asevera... pero mientras ella debe seguir mamándosela en los ratitos libres, confundiendo los "trances duros" con las "trancas duras", un hombre de 55 años agoniza por haber dado la cara por ella.

Y esto me recuerda a una historia de cuando no era funcionario, ni warhammero ni nada por el estilo; de cuando era solo un chiquillo de 19 años y trabajaba en horario nocturno limpiando las calles de Valencia a golpe de manguerazo... En aquellos tiempos, cuando la "cena" era una ambigua media hora de 0:30 a 1 de la madrugada, y los pocos locales abiertos que encontrábamos los fieles curritos de la Vega eran de esos cuya clientela resulta a priori sospechosa, frecuentábamos un bar esquinero junto a la Pantera Rosa, regentada por un buen tipo llamado Lorenzo (al que, desde aquí, esté donde esté, le deseo lo mejor...), enjuto, nervioso y duro como el acero, pero buena gente al fin y al cabo.

Allí estábamos, con nuestros bocatas envueltos en papel de aluminio, nuestro bote de refresco y el platito de olivas, cuando una pareja bastante rarita empezó a llamarse de todo a gritos. Los chillidos dieron paso a las manos y, mientras mirábamos alucionados, el tipo (creo recordar que era afroamericano... o quizá, simplemente era negro como el tizón...), le cruzaba la cara a la moza, que supusimos debía dedicarse al oficio más antiguo. Ninguno de nosotros movió un músculo, pues no era la nuestra empresa que entendiera de actos valerosos en horas de servicio, así que fue el propio Lorenzo quien salió de la barra para frenar al nigger y que aquello lo acabara en tragedia.

Lo apartó de un empujón y, cuando se disponía a decirle que en su bar no consentía espectáculos de boxeo, la fulana le metió una hostia que ni el Papa en San Pedro del Vaticano, hermanos. Con sus cinco deditos. Ni decir tiene que la frase que da título a este articulillo fue lo primero y lo último que dijo la mujer, antes de plantarle un morreo a su negro zumbón y marcharse con él cogido del brazo. Supongo que a seguir calentándose, en plan sado-masoquista, que parece que es un rollo extendido por ahí... Es mi chulo y me pega cuando quiere, manda cojones.

No me gustaría que la moreleja de esta historieta fuera Manolete, si no sabes de qué va, "pa" que te metes, porque entonces estaría tirando por tierra la valiente acción del señor Neira... pero es que no se me ocurre qué decir ante tanta estupidez del maltratador y de la maltratada, de TANTOS maltratadores y de TANTAS maltratadas.

En estos tiempos que corren, donde un violador repite actuación porque el señor Juez prefiere rascarse el escroto que encerrarlo, donde parejas de nacionalidades pre-civilizadas son capaces de fornicarse y apuñalarse en intervalos de cinco minutos, o donde el defender al débil solo es una invitación para que te lleves las leches que le tocaban a él... y luego ni pagado ni agradecido, eso de involucrarse tiene más peligro que un niño con dos pistolas. Haced lo que el corazón os dicte... pero pensad antes si habéis pagado los recibos del seguro de vida...

JOSE VILASECA

jueves, 4 de septiembre de 2008

"Pelis" de miedo... o algo así

Hola de nuevo:

A pesar del ánimo generalmente destructivo de este blog, será por la proximidad de las vacaciones o sencillamente por falta de ganas, ni Latorres, ni Puchetas ni Kikes y sus mariachis o escoria similar me motivas a colocarme delante del teclado, por lo que los temas que van surgiendo pueden calificarse de lights o para todos los públicos.

Y, aunque por norma general las pelis de miedo suelen restringirse a los mayores de 18 años, supongo que hablar de ellas también puede considerarse un tema blandito y nadie se rasgará las vestiduras por comentar un poco cómo va el mundillo del casquerío, la sangre y las locazas de ojos rasgados y pelacos en guerrilla...

Todo surge del visionado anoche, en doble sesión, de la película Las Ruinas, enésimo experiemento del grupo de americanitos blancos y guapísimos que son sistemáticamente diezmados por algo horroroso, algo ya visto en cintas tipo Hostel, Wolf Creek, Turistas o la claramente superior La Matanza de Texas (remake). Así, mientras los chavalitos eran succionados por el ente maligno (una planta en lugar de un tipo con motosierra), mi mujer y yo disertábamos sobre los derroteros del cine de miedo en los últimos años, tocando casi todos los palos... sobre todo porque, a mí, me gusta el género.

Como para gustos, colores, y muy probablemente algún lector piense que tal película que considero buena es una castaña pilonga, o defiende como obra maestra cintas que yo creo que no pasan el corte, recordaré que todo esto (dedicatorias amorosas a alicantinos y doctores con de salvapantallas pedófilos incluidos...), son opiniones personales que no quiero ni que respetéis ni que compartáis, si es que no os gustan. Digo esto porque NO TODAS LAS OPINIONES SON RESPETABLES (algún día explicaré por qué...), como se suele decir, sino que hay que respetar que se tengan opiniones y se expresen. Cerramos paréntesis.

Traté de hacer memoria de las películas de terror de los últimos diez o quince años realmente buenas y que no fueran originales orientales ni sus refritos, y solo se me ocurrieron, precisamente, refritos: La Matanza de Texas, Las Colinas Tienen Ojos y Amanecer de los Muertos. Quizá, si olvidamos sus soporíferos primeros cuarenta y cinco minutos, también podríamos meter en el saco a Hostel o, sin tantos remilgos, a películas más cercanas al thriller de suspense como Saw (el original). Mi mujer votaba por Abierto hasta el Amanecer, aunque, como Vampiros de John Carpenter, ambas me parece más películas de acción para recordar siempre que se pueda que auténticas obras de terror...

He exceptuado las películas japonesas porque, evidentemente, la ola de señoras de pelo largo que se arrastran de forma grotesca tuvo su gracia en su momento (The Ring, La Maldición, Phone, Llamada Perdida...), pero ya pasó. No hay que quitarle el mérito a un tipo de cine basado en el ritmo y la intensidad (que te adormece hasta que te zarandea... recomiendo Audition para comprobar este efecto), y que se basa en miedos atávicos (cosas debajo de la cama, pozos, niños, voces extrañas...), para provocar pavor. Incluso películas de intriga paranormal como The Eye pasaron por el tamiz del terror gracias a buenas campañas de promoción (y, en este caso concreto, por unos trailer y una web absolutamente espeluzantes... que dieron pie a la puñetera manía de enviar escenas bucólicas y tranquilas, de paz, que pedían que elevaras tus altavoces... y te daban un susto cojonudo si no estabas preparado...)

Aparte de todos estos ejemplos, y salvando los más que honrosos ejemplos de cine español (destaco El Espinazo del Diablo, El orfanato o Los Otros... y sigo creyendo que [REC], sin ser ni mucho menos mala, marea más que asusta...), nos encontramos con un desierto donde se han exprimido casi todas las ideas y ni siquiera unos cada vez mejores efectos especiales pueden salvar la función...

Ahora, en las películas de terror uno puede salvar algún momento especialmente memorable (la matanza familiar de Alta Tensión, la operación de urgencia en Las Ruinas o Hostel, la aparatosa diversión de Feast...), pero es difícil encontrar historias redondas y originales como los clásicos de los 70 y 80 (donde merecen un lugar de honor obras maestras como La Cosa, la Invasión de los Ultracuerpos, La Profecía, El Exorcista o Alien). Incluso entonces, productos de serie B como Muertos y Enterrados (cuyo final plagia, en cierta forma, El Sexto Sentido o Los Otros), o La Galaxia del Terror (homenajeada a su vez por Horizonte Final), hacían que la originalidad supliera las carencias técnicas de unos efectos casi artesanales.

Y es que el homenaje hace que uno crea haber visto siempre la misma película muchas veces: El grupo aislado que se enfrenta a lo desconocido (La Cosa, Alien...), los muertos que se alzan (La noche de los muertos vivientes), el demonio (EL Exorcista, La Profecía...), el asesino metódico (antes brutal, como en Viernes 13, Halloween o La Matanza de texas, ahora cerebral desde Seven o El Silencio de los Corderos) o la infección que crece (¿alguien recuerda Rabia o Vinieron de dentro de...?), son temas que se repiten hasta la náusea y resulta complicado no ver referencias en películas anteriores.

Volviendo al comienzo, las revisitaciones bien filmadas de películas clásicas suelen resultar más que entretenidas, aunque en ocasiones (La Profecía 666, El Exorcista: El Comienzo, Psicosis...), no hacen más que agrandar la primera versión frente a la insultando inoperancia del nuevo director.

Y aquí le andamos, y así va el terror. En una cinta ya hemos visto sacarle las tripas al protagonista (La Celda, Hannibal), servir un cerebro recién cortado con un buen Chianti (Hannibal... otrra vez), cortarle a alguien los cataplines y dárselos a comer a los perros (Hostel 2), o arrancar pedazos de carne a latigazos (La Pasión de Cristo... que no era de terror, pero gore como pocas...), así que en ese camino ya lo tenemos todo casi andado. Incluso, por desgracia, hemos visto decapitar a un hombre en internet, sin necesidad de efectos especiales. Nos han asustado con cosas que salían del televisor, o debajo de la cama, o que flotaban junto a la ventana, o que crecían bajo las sábanas... MI pregunta es, ¿qué es lo que queda por inventar para hacernos saltar del sofá?.


JOSE VILASECA

martes, 2 de septiembre de 2008

De buffet libre por Valencia...

 Nota a la 4ª Edición: Después de más de una década con este blog a cuestas, me sigue resultando curioso cómo, en un lugar donde se habla principalmente de ocio lúdico, de literatura y, ocasionalmente, de sociedad, la página más visitada sea la de recomendaciones sobre buffet libre en Valencia. Mi reciente visita a Muerde la Pasta me anima a actualizar los contenidos. Que aproveche

Comer de buffet es un placer que me permito de vez en cuando, sin excesos, y más por la comodidad de levantarte y trasladarte mientras la cena se va reposando, que por la gula o el ansia de vaciar platos, aunque tampoco he sido de estos a los que les guste dejarse comida... Sirva, pues, este articulillo para ilustrar esos establecimientos, generalmente bien gestionados, que basan su efectividad en la variedad y el atractivo de los platos y en unos precios bastante ajustados.

Lejano está el tiempo en el que acudir a un buffet libre, como el que coronaba la Avenida Reino de Valencia a la altura de Peris y Valero, dependía de un bolsillo generoso que pagara el hambre de muchos platos. Como decía con ironía mi bisabuelo, comer mucho es de pobres, a pesar de que aquellos platos (generalmente de pescado y marisco, según rezaban los anuncios), eran más cosa de ricos, así que poco a poco la idea de ofrecer un bufett libre de calidad razonable y con un precio ajustado comenzó a extenderse... y, en la actualidad, son muchos los que podemos ver en una ciudad como Valencia. Espero que mis recomendaciones sean de vuestro agrado:

MUERDE LA PASTA
Más allá del atractivo culinario, la gran ventaja que ofrece esta cadena de buffets es, básicamente, una zona lúdica infantil que permite "aparcar" a los peques mientras se come (al menos, así ocurre en la franquicia del Centro Comercial "El Saler").

Destacan por sus precios muy ajustados y una enorme variedad de platos, tanto de pasta (de la que son especialistas), como de principales, entrantes y postres. Por desgracia, la única vez que he podido visitarlos fue durante el periodo de "desescalada" de la pandemia, con aforo reducido y prácticamente cuando se disponían a cerrar por descanso de personal, pero seguramente repetiré cuando la cosa esté un poco mejor.



BUFFET COLONIAL
Mi último descubrimiento, gracias a mi buen compañero José Blasco, y que me sorprendió muy gratamente. A pesar de que los urbanitas valencianos debemos trasladarnos (a Burjassot, puesto que el de Alfafar permanece actualmente cerrado), para gozar de la oferta del Colonial, vale la pena darse el paseo y disfrutar de una de las mayores selecciones de platos que uno podría imaginar.

Combina lo mejor del buffet clásico mediterráneo con otro de comida oriental, así como una interesante oferta de refrescos o cerveza casi ilimitada, semejante a la que suele ofrecerse en Foster's Hollywood. Uno se encuentra con una amplia carta de crudos para plancha, platos preparados (quizá aquí cojeaba el aspecto pescado, pues apenas había variedad en este caso), salteados chinos, sushi japonés... ¡y un jamón! Sí, como lo oyen, una bendita pata de cerdo para que usted lo goce, señor mío.

El precio final es "un puntito" más caro que el resto de los bufé, pero creo que vale la pena.



FRESCco
Después de unos años de grata experiencia, ya he podido probar tanto el que se encuentra junto a la Avda/. Francia (tras el Centro Comercial Aqua), como el que estaba detrás del Ayuntamiento. Viendo su web, hay hasta 5 en la ciudad, por lo que no debería ser muy difícil encontrarlos.

En Frescco, por poco más de 10 euros, tienes un bufett libre completo, postre incluido, con la primera bebida y el café. Debe ser uno de los pocos sitios donde el COMPLETO es como su nombre indica. Además, los niños de menos de seis años comen gratis (ahora que lo recuerdo, mi peque aún no lo ha probado. Buen motivo para visitarlo de nuevo...)

Lo mejor, evidentemente, los primeros platos a base de pasta, ensaladas muy variadas y sopas (el gazpacho estaba muy bueno... y eso que servidor es bastante especial con el gazpacho...). El segundo plato decae un poco, aunque es de los poquitos buffets donde puedes tomar porciones de pizza. Los postres, salvo el "postre del día", se basan prácticamente en fruta del tiempo o macedonias.

El aspecto general (la bandeja para llevar la comida, el servicio de café, etc...), recuerda un poco a los buffets de hotel de vacaciones y, salvo por ocasionales raciones de carne y pescado en el segundo plato, perfectamente podría pasar por un restaurante vegetariano. A pesar de eso, por precio y variedad, es una opción que vale la pena.


THE NATURE (Restaurante Vegetariano)
Se trata de un buffet libre chino y vegetariano bastante estricto en cuando a los productos que se ofrecen (no hay pescado, no hay carne, y no recuerdo si huevos o leche también estaban "vetados"). En principio resulta bastante económico (7,5€) aunque la bebida y el café encarecen la cuenta.

SI no habéis acudido nunca a un restaurante vegetariano, hay que preparar el paladar. Salvo las verduras crudas para ensalada, el arroz tres delicias o una bandeja de patatas fritas (caseras, eso sí...), el resto el prácticamente desconocido para los neófitos, con lo que nunca sabes muy bien lo que te estás metiendo en la boca (con perdón...)



Alguien dijo que la ventaja de la cocina oriental es hacer irreconocibles los platos, y a fe que es así en sitios como este, donde la carne es seitán o tofu (o sea, gluten de trigo especiado o leche de soja fermentada...), el pescado no existe, etcétera. A pesar de eso, las tempuras, los salteados y el resto de los productos tienen un aspecto agradable.

Mi consejo, como buen bufettero, es que, salvo que tengas MUY CLARO que ESO en concreto es lo que quieres comer, hay que coger un poco de muchos platos distintos, pues algunos sabores típicos orientales y algunas especias que utilizan puedan convertir un manjar a la vista en algo difícilmente comestible.

Como comentario, añadir que, hace tiempo, se indicaba con una nota qué era exactamente cada plato, tradición que no se seguía la última vez que estuvimos allí...

NECO (Cocina mediterránea) 
Ponga un Neco en cada esquina y un coche en cada garaje, podría ser la publicidad de la franquicia. La verdad es que, desde que apareció este buffet, han ido surgiendo prácticamente uno en cada Centro Comercial (El Saler, AQUA, Alfafar...), aparte del primero que conocí, justo detrás de Games Workshop Valencia. O sea, que la cosa les va bien.

Y les va bien porque tienen cantidad (las bandejas suelen ser enormes), calidad (los platos están bien cocinados, y salvo algún fallo en recetas complicadas, como los riñones, la nota suele ser alta para un buffet), y "buena presencia", es decir, que te reciben, te sientan, tienes servilletas y mantel de tela a tu disposición (algo que, en los tiempos de la bandeja y la servilleta de papel, se agradece), etc... Entre semana, el precio suele ser ajustado, subiendo un poco más el fin de semana (que es, evidentemente, cuanto más solicitado está).

Creo haber conseguido la heroicidad de entrar al local del C.C El Saler apenas una o dos veces, porque SIEMPRE, y digo SIEMPRE, está hasta los topes y hay cola (¿regalan los menús?). Sí he acudido a Alfafar (con Cruz, mi mujer y el nano mayor), al del AQUA y al original, y tanto el producto como el servicio no difieren mucho.


Ronda los 11€ (sin incluir bebidas), pero los postres (de los más generosos que uno puede encontrar en un buffet), SÍ van incluidos. Y si eres tan goloso como alguno que yo me sé y te metes nueve flanes, mousses o helados entre pecho y espalda, a fe que rentabilizas la inversión...

Los primeros suelen consistir en un plato típicamente mediterráneo (paella, fideuá, clóchinas...), y de ocho a diez bandejas con ensaladas, ensaladillas, fiambres... De segundo, tienes un par de platos de pescado (el salmón suelen bordarlo), un par de platos de carne, un par de platos de pasta y las necesarias guarniciones, a base de patatas flitas, guisantes salteados, judías con jamón, etc...

¿Único defecto?. Pues que, a veces, te toca echar mano de microondas, y entiendo que esto no le guste a todo el mundo.

El uno de los buffets que recomiendo y, recordando las cenas de amigos de la tienda, o las comidas familiares con mi padre, es uno de los que mejores recuerdos me trae a la memoria...

TEPPANYAKI
Un escalón por encima de cualquier buffet chino en calidad... pero dos en precio. Tuve la oportunidad de descubrirlo con la buena gente de Ya Estamos Todos (Emilio, Ana, Damian, Pablo, creo que también Javi Cánovas...), muy cerca del Palacio de Congresos Reina Sofia, aunque también hay otro en la Avenida de Francia.



Las raciones son pequeñas, casi de degustación y, aunque sigue siendo un buffet y puedes comer lo que quieras, el hecho de que debas encargar cada nuevo plato (o lote de ellos), corta ligeramente el rollo. Los sabores son muy intensos (una lámina especiada de jengibre tenía sabor a colonia, os lo juro), pero se sale de la típica rutina del rollito, arroz tres delicias y pollo con almendras del restaurante chino clásico: Te ofrecen recetas de shusi, sashimi, tempura y todas esas palabras que te hacen parece un otaku adicto a Mazinger Z y que representan pescado crudo y verduras rebozadas en el castellano de Cervantes.

Es considerablemente más caro que cualquier otro restaurante chino, y también que el resto de los buffet libres. Me gustó, pero no creo que me vean el pelo todas las semanas por allí... para bien de mi cartera

SHINTORI WOK
Conozco el del Centro Comercial El Saler, aunque parece franquciado con varios propietarios repartidos por Valencia. En este, precisamente, comprobé lo triste que puede ser convivir con un niño inapetente de manual, gracias a unos abnegados padres que se sentaron junto a su cachorro a nuestro lado (tanta comida y el chiquillo tirado por el suelo... lástima).

Yendo al tema, es sencillamente una mejora de cualquier buffet chino. Platos típicos con un añadido: Ingredientes frescos para pasar por la plancha o el wok, lo que siempre te permite tener la seguridad de lo que te comes está recién asado, cocido o frito. Entre la carne y el pescado, prefiero el segundo, sobre todo porque tiene mejor consistencia, sabor y calidad (panga, pequeñas doradas, salmón en ocasiones, calamares...); la verdura está exquisita una vez pasada por plancha, y yo recomiendo repetir generosamente esta guarnición (ya sabemos que los restaurantes chinos tienen fama de dejarte con hambre a la hora de haber comido).

Mejor a la hora de comer que a la de cenar, donde se forman algunas colas frente a la plancha. Y sí, el hecho de ver al cocinero dándole a la plancha es un espectáculo gratuito la mar de divertido mientras esperar tu turno...

RESTAURANTE BUFFET CHINO
Evito denominaciones múltiples, sobre todo porque la opción de buffet libre ha sido muy extendida en este tipo de restaurantes, sobre todo por la comodidad que supone. En mi caso particular, los buffets chinos que frecuento se ubican en el C.C. AQUA y en Blasco Ibañez. si alguien tiene mala suerte en su elección de otros locales, mis condolencias...

La ventaja de los buffets chinos es que, debiendo servir la comida por lo general caliente, utilizan un sistema de hornillos inferiores, bajo los expositores y bandejas, para mantener la comida a la temperatura adecuada, lo que supone que se cocina en su propio jugo y no hace falta microondas. Para aquellos que detestan la comida recalentada, siempre es un alivio.

A partir de ahí, todo depende de las manías de cada cual; si eres un maniático del pimiento, como Pedro Asensio, tendrás que saber que es un ingrediente fundamental en sus guisos. Si eres de los que defiendes teorías conspiratorias acerca de la ausencia de funerales chinos, pues todo te sabrá raro, ¿no?. Si no tienes tantas manías, por 7€ de media (bebida aparte... postres en ocasiones incluidos, en otros no...), te pondrás como el kiko de rollitos de primavera, wan-tun frito y delicias por el estilo...

Y, por hoy, nada más. Que aproveche y hasta la próxima

JOSÉ VILASECA



jueves, 28 de agosto de 2008

La diferencia entre una mujer y un chocho con patas

No, no se trata de ningún chiste machista; como sé de buena tinta que me visitan respetables féminas, no provocaré su ira y dejaré claro, desde el principio, que el artículo de hoy no tiene nada que ver con las coñas de la mujer en casa y con la pata quebrada. Vaya el aviso por delante...

Lo cierto es que, viviendo una época especialmente plácida con mi mujer, y teniendo la suerte de compartir tiempo y espacio con mujeres con personalidad y carácter, empezando por mi propia madre, pasando por mis compañeras de trabajo y terminando por mis pocas pero magníficas clientas y amigas, me ha venido a la mente algunas de las mujeres que formaron parte de mi pasado y que me han animado siempre a pensar aquello de "los tres cerebros de las niñatas" que en su día ya expliqué precisamente en el artículo Jodida Niñata.

No solo fueron "candidatas" sino también amigas de las del paño de lágrimas y el hombro donde apoyarse; a diferencia de los adoradores del goblin apuñalador de sandías y la borrachera de la 3ª partida de Torneo warhammil, procuro alejarme siempre que puedo de histéricas gilipollas capaces de, al mismo tiempo, enfundarse camisetas reivindicativas y de mamarla como un botijo sin importarle que el propietario del "pilón mamado" sea un cabrón con pintas al que le cueste respirar y pensar a la vez... Por desgracia, no siempre lo he conseguido.

Quiero dedicar, pues, este rinconcito para todas aquellas que alguna vez "fueron" algo, y que ahora deben estar donde Cristo dio las tres voces (y no tengáis duda de que muchas se lo merecen...)

Uno, que ha sido precoz aunque no se note, se enamoró perdidamente con tan solo ocho años de una chiquita encantadora llamada Lucía, una preciosa niña rubia que ceceaba un poco (a su hermana se le notaba más), y que fue vecinita añorada y deseada mientras vivimos en la calle Mediterráneo. Supongo que aquí esperaréis que diga algo así como nunca me atreví a decirle nada y el mío fue siempre un amor secreto; pues no, apenas cumplí los nueve y Lucía ya sabía que me gustaba, que me parecía guapa y que no me importaba esperar diez años o más para hacerle media docena de Joselines... Aunque, claro está, no creo que en aquella época supiera cómo se hacían los Joselines, pero supongo que me entendéis... Que mi mujer ahora se llame Sara y sea morena supongo que servirá como prueba de que a Lucía no le interesó la oferta... o, si le interesó, nunca puso las condiciones encima de la mesa. Según tengo entendido, casi un cuarto de siglo más tarde, ahora ha tomado los votos. Jodó, espero que mi apasionada declaración de crío acostumbrado a Ulises 31 y a D'Artacán no tuviera nada que ver en su decisión...

La ventaja de convivir rodeado de cuarenta pililas (¿colegios mixtos?, ¿qué es eso?), es que tenías cuarenta colegas más o menos cercanos, y ninguna teta a distancia de carga por la que pelearte con tu mejor amigo. Supongo que, después de Lucía, la siguiente amiga / amada que pasó por mi viva fue Pepi Ros, a la que conocí en 2º de B.U.P. La verdad es que fue más amiga que amada, y recordarla, recordar aquellos momentos, me supone saborear de nuevo un caramelo agridulce.

La experiencia me dicta, y es lo que suelo comentar a los chavales que ronda los 16, que en esa edad, antes que una amiga, vale la pena tener un "rollo" o, mejor aún, nada. Porque a los 16 los tíos seguimos pensando en click de Playmobil aunque ahora tengan forma de miniatura de Warhammer, mientras que a muchas mujeres se les empiezan a despertar instintos contradictorios... que, por lo general, suponen que necesitan dos hombres: Uno que se las beneficie, y otro que ponga el hombro para que lloren porque se las han beneficiado... Ni decir tiene cual fue mi papel y, lo peor, es que fue un papel ALEGREMENTE ACEPTADO, porque me han parido como me han parido y el rol de cabrón con pintas (ayvá, otra vez este término por aquí...), nunca ha ido conmigo...

Así, Pepi, la amiga amiguísima de confidencia compartida pero beso ausente, la chica aventurera, llegó como un huracán desatado, con mucha fuerza pero dejando un erial de preguntas sin respuesta. ¿Y si le hubiera dicho si quería algo conmigo? No te atreves, claro, por no romper la "magia". Piensas que no quieres ser como "los otros", esos que se intentan aprovechar de ella (y de muchas otras), pero en tu fuero interno te cambiarías por ellos, ya que, a veces, ser hombre en la adolescencia es como formar parte del aparato digestivo: Si eres la boca, te lo comes todo... y si eres el ano, no haces más que ver mierda.

No quiero que penséis que me pasé la adolescencia mirándome el ombligo (entonces aún podía) ni matándome a manuelitas de esas que embrutecen el espíritu... Mientras soportaba estoicamente las ambigüedades de Pepi, andaba tras la caza de Patricia Valls, otra preciosidad rubia (como mi mujer, ¿no?...), princesa desvalida, frágil trozo de porcelana, a la que rondé como un capullo durante curso y medio. Patricia hablaba despacito y le quedaban poéticas marcas en las mejillas cuando lloraba (o, al menos, eso decía ella); supongo que en aquel momento pensaría que me estaba calzando a mi amiga Pepi porque, cuando le pedí salir, me envió amablemente a pastar al campo más cercano y, quince años después, las pocas veces que hemos vuelto a cruzarnos por la calle (la última iba con un bombo importante...), se ha cruzado apresuradamente de acera, como si en vez de declararme me hubiera ciscado en sus muertos. Así que mi bachillerato acabó sin poder tocarle un muslo a quien quería (Patricia) y con la vitola de haberle metido de todo menos miedo a Pepi (evidentemente, sin conseguirlo).

Como supongo que aquí llegaran lectores de todo tipo, respetables e hijoputas por igual, no me apetece lo más mínimo que me imaginen como soy ahora haciendo el gili como lo hacía entonces. In ilio tempore servidor de ustedes pesaba setenta y cinco kilos, y llevaba una talla 42 de pantalón cómodamente. Un bombón, y no es porque yo lo diga; más que nada porque ahora que cualquier sietemesino hace leña de mi sobrepeso, de mis canas y de los pelos de mis glúteos, que sepa que no siempre ha sido así... y que, precisamente cuando era un figurín no me he comido na de na...

Paréntesis cerrado, no quisiera dejar pasar la oportunidad de recordar a Mª Ángeles Concepción Pérez Ruescas (Marian para todos, Conchi cuando queríamos cabrearla); un intento de ligue y amiga que no fue lo primero ni dejó que fuéramos lo segundo, cuyo estado general era cabreado y tenía una palanca de cambios con solo dos velocidades: Gruñir y Rugir. No la entendí nunca, misógina y borde, siempre a la que saltaba, y forma parte de esa larga lista de personas a las que no me hubiera importado no conocer... Esté donde está, espero que la vida le haya dado lo que se merece...

Para terminar, mi paso por la primera madurez empezó mal (el primer año, trabajando por la noche y estudiando por las tardes, fue algo así como mi pene: Largo y duro); y continuó peor, encontrándome con la más diversa suerte de bombones de buen ver que parecían tenerlo todo bien claro, pero acabaron siendo la suma de todas las anteriores (amigas y chochos posibles), sumado a algunas que no he mencionado por falta de tiempo y, sobre todo, ganas...

Pero, claro, la hamburguesa nunca es tan grande, ni tan sabrosa, cuando te la ponen en el plato después de estar media hora viéndola en los rótulos del McLeches. Y el tenerlo todo bien claro claro se acaba convirtiendo en un ay, Jose, es que te quiero... como amigo, o peor el vamos a darnos tiempos porque mañana, ¿quién sabe?, más adelante... Lo que, traducido al cristiano, quiere decir soy una guarra que se va todos los "findes" a la discoteca a pasarse por el pedrusco a uno nuevo cada sábado; cuando necesite al padre de mis hijos y tenga claro que no vas a ser un cerdo salido como los que me trajino, igual me acuerdo de tí... Mientras tanto, como esto es un "dar y recibir" (ellas dando por el culo, yo recibendo largas y más largas...), pásame los apuntes corazón, hazme este trabajito, vente a tomar café que te ponga los dientes largos, vámonos al cine que hoy me han dejado tirada como una colilla, etc...

Afortunadamente, una experiencia inigualable en mi vida (cinco meses en una Escuela Infantil, a cargo), me hizo darme cuenta que el juego del todas putas como dirían en Forocoches no era el mío, y, cuando había perdido las esperanzas... apareció Sara en mi vida. Sara, mi mujer, la madre que mis hijos, la que me soporta y la que, con "los rubios", me hace levantarme cada día con una sonrisa. Por cierto, tiene cojones... pasarme la vida enamorado de rubias, convivir con una morenaza y engendrar dos rubiales...

En fin, que siempre hay un oasis femenino rodeado de desierto, lleno de zorras y perras... Mi mujer es mi oasis, claro está, pero no es el único. Conozco a un tal Josep que tiene cerca un oasis joven y animoso, que todavía me hace creer que las adolescentes no son todas gilipollas (supongo que la jodida niñata de hace un par de meses no es modelo sino excepción...). Incluso aquí, en mi trabajo, hay mujeres que bien pueden ser oasis para los hombres que tengan cerca; de corazón espero que Lydia encuentre pronto el caminante perdido que se refresque en sus aguas...

Y hasta aquí la lección de hoy. No sé lo que podéis sacar en claro, pero, por mi parte, he sacado una mujer a la que amo y un hijo que lo es todo para mí. Dicen que no hay nada que no arregle un buen final... y creo que tienen razón

JOSE VILASECA