martes, 4 de junio de 2013

Decálogo del buen escritor... que no se lo toma demasiado en serio

Hola a todos de nuevo:

Hace poco, en un foro muy popular que considero casi mi segunda casa (Forocoches), participando en un hilo de escritores, aportaba mi granito de arena con una suerte de decálogo pretendidamente gracioso acerca de nuestra "profesión y afición" de escribientes.

Hoy, lo comparto y amplío para vosotros. Como siempre, dedicado con amor a todos aquellos que viven la escritura como algo propio, bello y valioso, y también con todo el afecto del mundo a un par o tres de hijos de perrilla del más diverso pelaje, cuyo feo careto debería estar junto a la definición de juntaletras.

Tomároslo con humor.

1.- La inspiración debe pillarte trabajando (la frase no es mía, sino del gran Pablo Picasso): Del mismo modo que la mejor manera de activar el músculo es el ejercicio, la mejor manera de activar al literato que hay dentro de nosotros es escribiendo.
2.- Lee todo lo que puedas. Descubre a otros autores como tú, mírate en su espejo, piensa, opina. Tener un libro a distancia es fundamental: En la mesita de noche o en el trono del descomer.
3.- Lleva una libreta contigo siempre (sirve la tablet o el móvil). Una idea puede sorprenderte donde menos te lo esperas, apúntala y regresa a ella cuando tengas tiempo y ánimo.
4.- No trates de ser original, trata de ser tú mismo. Recuerda que no hay nada nuevo bajo el sol y que, por mucho que trates de rizar el rizo, alguien te dirá que tu obra maestra se parece un huevo y la yema del otro a Perseguida hasta el catre del insigne escritor Fulanito Mengano. Puedes permitirte el lujo de ser tan cutre como para novelizar las partidas de rol con tus amigotes, y llamarlo fantasía épica crepuscular. Aquí todo vale (hasta los mantas...)
5.- Aparte de tu estilo, cuida tu gramática y tu ortografía (en este momento, la mayoría de vosotros empezaréis a buscar faltas de ortografía en las líneas anteriores, i ha mi ke me hinporta...).
6.- El síndrome de la página en blanco no existe, son los padres. No dramatices tu falta de originalidad cuando llegues a ese capítulo que se te atraganta. Apunta simplemente lo que pasa, y salta al siguiente. O ponte a escribir otra cosa. No es obligatorio escribir de carrerilla, puedes tener claro el desenlace, y dudas con el inicio. No dejes un trabajo porque no pueda seguir por donde ibas, la escritura también tiene atajos y carreteras comarcales...
7.- Más vale un lápiz corto que una memoria larga. Toma notas de tus personajes, de sus nombres, de su perfil de personalidad, de sus relaciones. Hay autores que llenan páginas haciendo simplemente esto. Recuerda que no hay nada peor que un personaje mal definido.
8.- Visualiza lo que escribes. Del mismo modo que antes de existir una película hubo un guión, traza tu película en tu cabeza, desde todos los ángulos. Si te gusta ser descriptivo, es el momento de ver qué acompaña la acción. Además, te ayudará a comprobar si lo que dicen tus personajes, lo que ocurre en la trama y sus reacciones son coherentes (incluso en la ficción más retorcida).
9.- Escribe lo que te guste y piensa que no tiene por qué gustarle a todo el mundo. Cuando quieras ganar dinero y tener contentas a las masas, búscate un buen agente, dale un trozo generoso de tu pastel de beneficios y escribe sobre un niño rico sádico que ponga a cuatro patas a una universitaria para darle azotes en las nalgas, o toma prestada el 95% de la mitología clásica para contar las peripecias de un niño mago con una cicatriz en la frente. Hasta entonces, no tienes que rendir cuentas a nadie; habrá gente que le guste lo que escribas, y otros que lo odien. Es ley de vida.
10.- No hagas caso a decálogos, libros de estilo y cursos de escritura creativa. Hay algunos muy buenos (este probablementen no ), pero en esta vida, hay cuatro cosas que todos deberíamos hacer solos: Nacer, morir, cagar y escribir. Busca tu inspiración y pule tu estilo, pero para ser el negro de un tercero, vale el copia-pega (y si no, que se lo pregunten a Ana Rosa).


José Vilaseca