viernes, 21 de julio de 2023

Ese cajón de los libros inéditos

Queridos lectores y amigos, comparto con vosotros una nueva entrada en este blog, tan abandonado y que tan divertidos momentos nos ha traído a lo largo de los años.

Mi nueva novela, "Sed", va llegando a su meta. Una nueva incursión en la intriga apocalíptica, como lo fue "Tierra muda" (que en breve verá la luz en su segunda edición), un terreno en el que me siento sinceramente muy cómodo. Sin embargo, quizá esperará meses, incluso años, en ese cajón que todos los escritores tenemos para las obras sin suerte o que merecen un mejor momento.

En ese cajón aguarda "Clavi sacra", ganadora del Cuenca Historia de 2019 y que narra el destino de los clavos de la cruz de Cristo, la conquista de Cuenca por las tropas cristianas y los libelos de sangre, que han marcado nuestra historia a fuego desde antiguo.



También descansa "Los últimos días", un divertimento del género zombi escrito mucho antes de que los muertos vivientes volvieran a estar de moda, al igual que "Blatta", mi sencillo homenaje al techno-thriller con cucarachas de fondo (¿alguien dijo Starship Troopers?).

Y, aunque fue finalista del Premio Hispania, las draconianas condiciones ofrecidas por la editorial (Adarve, en este caso), me animaron a recuperar "Lo que no se traga el mar", un canto de amor a mis barrios marineros, con la Inquisición y la brujería de fondo... basada en un caso real, documentado en los archivos de la Biblioteca Nacional.

Por cierto, esa anécdota con Adarve me ha hecho buscar, y encontrar, numerosos blogs donde expresan las quejas hacia esta y otras muchas "coeditoriales" encubiertas, cuyos contratos son de chiste y tratan de pescar en el siempre revuelto mar de los autores noveles, tantas veces desesperados por ver sus obras publicadas. Dejaremos esa reflexión para otro momento...

Ni hablo de mis primeros libros, directamente imposibles de publicar: "Más allá de la venganza", un proyecto terrible de cuando aún iba al instituto y creía que Charles Bronson era "lo más", o "Llamadme monstruo", mi particular homenaje al mito del vampiro, y que necesita una cura de adelgazamiento de páginas muy importante, y una lavada de cara que, ahora mismo, no me veo animado a darle.

Por muchos libros que logre publicar un autor, su cajón de los inéditos siempre guarda alguna obra que nunca verá la luz: relatos "de prueba", capítulos sueltos de novelas que "nunca pudieron ser", divertimentos infumables y toda suerte de experimentos literarios que, bien por falta de ganas o de suerte, duermen el sueño de los justos a la sombra de ese cajón. De momento, nos conformaremos con lo que florezca, que ya habrá tiempo de regar esa semilla tanto tiempo enterrada.


¡Gracias por leer!

Nota: Adaptado de una publicación en redes sociales de julio de 2023

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