martes, 30 de junio de 2009

La tonta rabia de los que se malacostumbran a ganar

Hace apenas unos días, tuvimos que leer y escuchar toda sarta de estupideces acerca del “agridulce” tercer puesto de la Selección Española de Fútbol (La Roja, como la llaman ahora), conseguido en la extraña y exótica Copa Confederaciones, antes Copa Rey Fahd.

Servidor, que es un agitabanderas compulsivo tan pronto un grupo de zagales o zagalas se enfunda la rojigualda y empieza a dar barrigazos en pos de engordar el palmarés deportivo de la nación, siente una profunda alegría al ver a sus muchachos subir al cajón sea cual sea el peldaño, tanta como la que sentí al saber que nuestras poderosas gachís del equipo femenino de baloncesto se habían traído para casa un bronce en el último Europeo, habiendo perdido tan solo el partido de semifinales frente a las sempiternas rusas.

Hombre, claro que hubiera preferido plata u oro, en ambos casos; pero para una afición como la nuestra, acostumbrada a sufrir y a caer por los penalties, por el árbitro o por el codazo de Tassoti, quedar tercero habiendo perdido tan solo un encuentro, y por la sencilla razón de que el rival jugó mejor que uno, no debería dar vergüenza, ni provocar la hipócrita catarata de críticas a entrenador y jugadores, que lo hicieron lo mejor que pudieron en una temporada que ha sido larga y dura para todos (sin desmerecerles, dudo mucho que los americanos se hayan metido cincuenta y pico partidos entre pecho y espalda como sí hicieron los jugadores de Barça y Liverpool, por ejemplo…)

Por desgracia, hemos pasado de ser una selección paquete, avergonzada de los éxitos del baloncesto, el balonmano, el vóley, el hockey, etc… a ser los tíos más cojonudos a este lado del río Pecos y que no nos tosa ni el Tato y, de ahí, a volver a ser una banda de mantas y paquetes. Creo que era Marco Aurelio quien decía sirve cien veces, falla una, y solo recordarán aquella en que fallaste y no importa que hayan pasado dos milenios: Nuestros gladiadores recibieron dos espadazos yanquis y resulta que nos olvidamos de la Eurocopa, del baile a Rusia en semifinales, de los teutones tirando el bofe por la boca corriendo como pollos sin cabeza detrás de los jugones, de las 15 victorias consecutivas y los 35 duelos invictos. Nos hemos pasado por el pedrusco, ahí es nada, a suecos, ingleses, italianos (actuales campeones del Mundo), alemanes y griegos (campeones de Europa, hasta que España llegó y dijo aquello de yo la tengo más grande), y resulta que nos tenemos que olvidar de todo eso porque una selección bien armada atrás, disciplinada, con la moral por las nubes y sin nada que perder, nos demostró que tan fácil es perder como ganar… y hace una semanita nos tocó perder.

Situaciones como esta me recuerdan al Warhammer, cuando el “champion” de la muerte recibe un revolcón inesperado en ese Torneo que pretendía ganar con la punta del ciruelo, y aparecen sus coleguitas para, a partes iguales, ciscarse en los muertos del rival, del árbitro, del Torneo y, por qué no decirlo, de su propio colega, pues al fin y al cabo la envidia es el pecado capital de los españoles. Aquí, como no hay “coleguitas” pero sí prensa afín al régimen, pues te sacan unas portadas que te tocan lo que rima con Ramones y te tienes que aguantar porque, esos mismos que escupieron a Florentino y ahora lo adoran como el Mesías regresado, esos mismos que trataron de imberbe y toyaco a Guardiola y ahora tragan quina de tres en tres, y esos que aplaudían la gestión de Juan Soler y ahora tienen que explicar por qué tú y yo, que tenemos nuestros dineritos en Bancaja, vamos a tener que pagar vía comisiones los 600 millones de leuros que el ninot de Bautista ha dejado en la caja de Mestalla en forma de números rojos, son los que antes decían que éramos cojonudos y que ahora somos unos acojonaos


JOSÉ VILASECA HARO

1 comentario:

Rigg Veda dijo...

Es lo que tiene este país... estoy cansado de repetirlo... :(

La selección nacional (eso de llamarla roja lo dejo a los rojos...) es un símbolo del país, lo mismo que la bandera, la monarquía o la constitución... ¿cómo se puede pretender que la respeten aquellos que no respetan a los otros estamentos que supuestamente son más serios y dignos de ser respetados?

Cuando la selección no jugaba bien, era la selección nacional de mi país... y yo su fiel seguidor y sufridor... cuando jugaba bien y perdía por el árbitro de turno, la suerte o los santos cojones y la chamba del equipo de enfrente, lo mismo... y cuando ha jugado mal y ha ganado... ¿porqué? Simple... defiende los colores de mi país por todo el mundo... y yo estoy enamorado de mi país... o mejor dicho de la imagen eidética de mi país, porque de él fuera de la "caverna" muchas meces me siento avergonzado...

En cualquier caso hemos tenido la grandísima suerte de poder disfrutar de una serie de partidos jugados por nuestra selección en las que hemos visto buen fútbol, buenos partidos, y además hemos ganado... pero todo se acaba en esta vida... y como has dicho la temporada ha sido larga y dura (como mi... ) para nuestros jugadores, y al final un pinchazo es normal... y si no que le pregunten a nuestro "otro" paladín, Nadal... que también ha sufrido el mismo trato por parte de los mismos...

Como dijo un sabio... "de donde no hay, no se puede sacar"...

Un SALUDo.